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jueves, 4 de septiembre de 2014

Sintetizando que es gerundio


Tengo un problema con las maletas. Lo mismo me pasa con los bolsos. No sé sintetizar. Estoy en ello. En serio que lo intento, pero soy la reina del ‘por si’. Es ver una buena maleta, grande, con sus ruedas y pensar que me puede caber la vida entera. Y, ¿un bolso grande? Pues lo mismo, incluso peor, ¡qué cada día es una aventura oiga y una tiene que ir bien preparada!!! Yo veo una maleta y pienso: a ti guapa que no te farte de na’. Soy consciente de que lo que yo entiendo por sintetizar en realidad es poner poco pero más variado.
 
Me he dado cuenta que lo mismo me pasa con el monedero. El otro día me obligué a reducirlo a la fuerza. Me compré uno más pequeño. No queda otra, me dije. El resultado: ahora llevo dos monederos minúsculos que nunca encuentro en un bolso enorme que no me atrevo a disminuir por si… Ni qué decir tiene que no me acerco a las mochilas que yo soy muy capaz de producirme una lesión de espalda.
 
Tengo una maleta que no toco, siempre está y estará a rebosar, petada. Una maleta llena de libros. Manuales de supervivencia, la enciclopedia de la vida, seguros de subsistencia, instrucciones de uso y disfrute, convenios que regulan recuerdos y muchos, muchos contratos vitalicios con otros tantos anexos por si se me ocurre cometer el mismo error dos veces.

La última maleta que hice conseguí 'llenarla' con poco, lo justo y un poquito más. Cuando llegué a mi destino eché de menos cosas, pero me sentí ligera, abreviada. Respiré hondo y disfruté del aire y del espacio.

martes, 22 de abril de 2014

Así vamos


Recibo un premio en unos días por una campaña en la que nunca creí del todo. Irónico. Me la repampinfla. Ni sé dónde se celebra, ni tengo preparado discurso, ni tampoco vestido. Creo que a mi jefe le voy a matar a disgustos!!

Estoy desconocida y encantada de haberme encontrado en este dejarme llevar. Lo bueno de cuando te pasan cosas en la vida, de esas de las de verdad, es que todo es muy relativo y mucho menos dramático. 

Este año he pasado de procesiones, de costaleros y sobre todo de penitentes. Me he vuelto a ir de vacaciones sin saber muy bien dónde pero sí con quién. Tengo dos triangulitos blancos en el pecho donde antes ponía ‘cerrado por derribo’, que dan fe de ello.


Ahora formo parte de una familia que no me han impuesto. Una familia tan atípica como auténtica, con madres suplentes, hermanas del alma, cuidadoras de madres que no cobran, vecinas que te hacen torrijas, tíos atentos que te llaman para saber qué tal estás si un día te ven con ojeras, primos que te dan clases de lo que sea, y amigas de esas incondicionales con las que quedarte 'en pelotas' para bailar bajo lunas rojas.


Estoy decidida a arriesgar aunque sepa que me voy a equivocar, porque hay veces que el camino que te lleva es mil veces más interesante que el propio final.
Y mira por dónde, emprendiendo un viaje increíble, he descubierto que el olvido no me sienta tan mal.

domingo, 9 de febrero de 2014

En pelotas


Hay veces que te quedas en pelotas cuando menos te lo esperas, bien porque la vida te lo quita ‘todo’ de golpe o bien porque eres tú quien lo decides. En mi caso ha sido por las dos razones. Últimamente ando más en pelotas que con la ropa puesta. Y, ¿sabes qué? Todo pesa menos. Me he desnudado tantas veces en los últimos meses que creo que empiezo a padecer algún trastorno exhibicionista.
 
Mostrarse tal y como es uno, sin nada que lo oculte, sin nada que camufle sus miedos, sus taras, sus manías, su verdadera historia es liberador.
 
Transparente y nítida. Así me siento.  En este despelote literal he descubierto piel, cuerpo y alma que desconocía. Y lo mejor de todo he dejado que me vean desnuda, tal y como soy, sin falsos pudores, sin más miedo que el imprescindible. He sonreído aliviada porque mi reflejo en otros ojos me ha devuelto una imagen sorprendente, algo que no esperaba a estas alturas.
 
Hay veces que quedarse con el culo al aire, es muy sano. Quién sabe, siempre puedes redescubrirte.
 

lunes, 19 de agosto de 2013

De vuelta


Hoy he vuelto a la oficina. En realidad no la terminé de dejar del todo. Casi mejor ni comentarlo. Pero aun así he disfrutado. Ha sonado el despertador trempanísimo. La perra me ha mirada con cara de pocos amigos y ambas hemos bajado a rastras a la calle. Aún era de noche. De camino a la ofi la sensación ha sido extraña, me he sentido extranjera en mi propia ciudad. No sabría explicarlo bien, pero todo ha sido raro y hostil desde primera hora. Brusco el encuentro con la hija de la quiosquera (quiosquera ella también) a la que me veo últimamente dándole demasiadas explicaciones sobre mi vida a unas horas… Y en mi afán por esquivarla, he recibido un: bueno, ya me contarás si ya te has echado novio, que mira que qué mala suerte tienes con los hombres ¿¡¡¡¡¡¡??? Me he parado en seco: no, no te lo voy a contar, de eso nada guapa… Se me han ido agolpando malos pensamientos y peores palabras en la boca (y mira que estoy positiva leñe) pero he mirado hacia abajo y me he encontrado con los ojitos de mi peludita. Nadie mira con ojos de cordera como ella (salvo el marido de la hija de la quiosquera que nos mira así a todas…) Se me ha pasado la mala leche matutina y hemos seguido a lo nuestro: unos pises en sitios con olores me imagino que estupendos (para ella, yo de siempre he preferido el WC)
 
Y escuchando a Sabina y sus ‘Peces de ciudad’ he llegado a la agencia. He saludado al portero, él como siempre me ha soltado un: buenos días guapa (mirándome delantera y trasera), a mí se me ha levantado una ceja, también como siempre. Y nada, una vez que culo y manos se han acoplado perfectamente en sus puestos me he dado cuenta de lo poco que me apetecía estar ahí!!! Jajaja. Pues eso, que hoy me siento extranjera en una tierra un poquito hostil.
 
Esta podría ser yo en algún momento de la mañana
 
 

domingo, 28 de julio de 2013

In Memoriam


Durante unos años fui tripulante del AVE. Estos días he vivido intensamente la desgracia del tren Alvia de Madrid-Ferrol. Y no dejo de pensar que esto nos podía haber pasado a cualquiera. En un segundo, en una curva, tantos sueños rotos, tantas vidas sesgadas. Tanto dolor y tanta pena. Hoy más que nunca pienso que la vida merece un homenaje.

Me han venido a la mente mil recuerdos, mil sonidos y otros tantos olores de una época de mi vida que creía tan lejana… Estos días parece que el tiempo no hubiera pasado. Entré en el AVE en 1995, era la tripulante más joven de las líneas de alta velocidad. Nos llamaban el cuerpo de élite de RENFE. Un trabajo con horarios imposibles, donde no existían ni las fiestas ni los fines de semana ni las vacaciones en verano. Tus compañeros se convertían, irremediablemente, en tu familia. En aquella época terminé mi carrera, hice un master, me casé, me compré una casa. Comencé a trabajar siendo una niña y me fui siendo una mujer para dedicarme de lleno a lo que es hoy mi profesión. Entre lágrimas y risas he recordado tantas cosas. Desde hace años, ya no hay cuerpos de élite, mis compañeros se recorren las vías de toda España, en AVES, Talgos y Alvias. En un Alvia como el que iba al Ferrol este pasado miércoles. He vuelto a hablar con muchos de ellos, sólo puedo decir una cosa: os echo de menos.

Todo mi apoyo y mi cariño a los familiares de la víctimas, a mis compañeros e in memoriam de David y Olga, tripulantes del Alvia, que ya no están con nosotros. Mi corazón está estos días en las vías.

lunes, 15 de julio de 2013

Yo no era rubia ni de pequeñita y el extraño caso del vecino del 7º


Tengo el pelo oscuro, de siempre. Las facciones marcadas. Mido 1,72 cms. Tengo las tetas grandes y el culo también (desde los 11 años). Mi rictus natural es serio y mi voz no es ni suave ni dulce. Tengo la mirada intensa como la mayoría de los miopes. No soy de las que suele sonreír a la mínima aunque sí que me río a carcajadas. Tengo un halo distante casi solemne desde que era un mico y mi presencia suele imponer bastante (qué le vamos a hacer, asín soy yo). Con semejante estampa, en las funciones del colegio nunca he sido la virgen María, eso sí, siempre he llevado los mejores estilismos aunque me tocase vestirme de pastorcilla o de Rey Mago. A la salida de una discoteca a los 18 años me llamaron travesti, desde entonces procuro aplicar a mi vestuario lo de ‘menos es más’.
 

No me estoy quejando de mi físico, en absoluto, además hace tiempo que convivimos en relativa paz. Pero sé que a simple vista soy una tía que impongo, por eso, y cumplidos los 40 he hecho propósito de dulcificarme en el fondo y en la forma. Esto más bien viene a cuento porque desde que mi estado civil ha cambiado la gente me habla y me trata como si fuera la ‘típica rubia tonta’ (topicazo al canto porque nada en contra de ellas). Y mira por dónde, a pesar de mi aspecto y a pesar de los pesares, me hace hasta gracia que piensen en mí como una damisela vulnerable y necesitada de protección… Siempre hay una primera vez para todo.
 
Y este rollo viene por el vecino del 7º. Antecedentes: vecino cincuentón, buen aspecto pero mal encarado, no ha mediado palabra con nadie –excepto insultos- en 10 años... salvo con  la vecina del 6º con la que tiene un lío (a pesar de estar casado) y que es la ex vicepresidenta de la comunidad (porque, tacháaaaan, ahora la vicepresidenta soy yo!!) Un hombre desagraddable, con tintes sociópatas y pelín violento que ha hecho de su ático -y propiedades comunitarias- su cortijo donde no hay más ley que la que impone y que tiene mil denuncias de la comunidad de vecinos por un montón de barbaridades que directamente se las pasa por ‘el forro’.
 
Un hombre que desde que ha olido mi soltería y mi nuevo puesto (inicialmente, totalmente honorífico) me somete a un ‘acoso’ constante. Un hombre que el sábado pasado llamó a mi puerta al mediodía y con el pie entremetido en el hueco de la misma, intentó: ¿impresionarme, manipularme, amedrentarme, hacerme ver que es todo un machote? Hasta que dejé de lado mis dulces propósitos y volví en mí (pero bien vuelta). Desafiante abrí la puerta de par en par, saqué pecho, levanté ceja y dije lo suficientemente alto para que me oyese algún vecino: No sé cuál es el propósito de que esté usted aquí, pero no vuelva, porque si lo hace a todas las denuncias que tiene puestas se le va a sumar la mía por acoso. ¿Le queda claro? O ¿Quiere que llamemos al presidente de la comunidad, a su mujer o quizá a la vecina del 6º para que se lo expliquen? Unos cuantos tartamudeos después desapareció con el rabo entre las piernas. No he vuelto a saber de él. Pero aquí le espero porque sé que volverá.
 
Yo no soy rubia, ni de cuerpo ni de alma y  no lo seré nunca, pero, ¿y qué más da?  Me quedo tal y como soy, con mis formas -con todas- y con mi fondo. Y de momento al del 7º le va a caer una demanda civil, instigada por servidora, por pasarse por donde no debe demasiadas cosas, por chulo y por capullo ¡¡¡Hombre ya!!!
 
Próximos posts:
La vecina ‘sepsi’ del 6º y yo vamos a terminar rodando por las escaleras
La quiosquera bocachancla o qué mala es la envidia, cari

viernes, 31 de mayo de 2013

Keep your smile


Siempre he pensado que si no eres capaz de reírte de ti mismo, mal lo llevas. No puedes tomarte muy en serio siempre porque corres el riesgo de convertirte en un ser gris, pelín patético y muy aburrido.
 
No es ningún secreto que estoy pasando por un ‘socavón’ en mi vida (por suavizarlo un poco pero es más tipo agujero negro) Pero como gracias a ‘Dios’ tengo un sentido del humor que roza, seguramente, lo perverso, fíjate por donde he recuperado la parte de mí que se descojonaba de la sufridora.
 
Crónica de una mujer independiente viviéndolo como puede:  
 
-          Sábado sin plan a la vista. Una incursión al cine para reivindicar mi autonomía (vamos que voy sola). Película: Ayer no termina nunca de Isabel Coixet. 18,00h. de la tarde, kit de cine preparado: agua, chicles y Kleenex. Puerta de cine: lo han chapado. Vista perdida, a punto de hacer pucheros, me da un ataque de risa. Seguramente Ayer no termina nunca, no es ahora mismo lo que más me conviene.
 
-          Primeras noches (algunas semanas)de libertad de menú (vamos que ceno sola): me decanto por unas conchas Codan que me han enviado a la ofi, acompañadas de una infu digestiva (por si me atraganto). Da igual la quinta noche termino agarrada al ‘sanitario’ y me salen pedacitos de conchas Codan por la nariz!!!


-          Siguientes noches: mi menú se amplía incluyendo proteínas. Cortezas de cerdo, acompañadas de aceitunas, copita de vino y queso sin lactosa para compensar. Rico, variado y con fundamento. Sin vómitos.
 
-          A todo esto hay que sumarle que mi madre (que la pobre tiene principio de Alzheimer) me llama, 3 ó 4 veces cada noche para preguntarme qué he cenado… Al principio me inventaba algún menú saludable pero en vista de que no se acordaba y a la hora volvía a llamar, confesé. No dijo nada, pero al día siguiente me dejó en la puerta de casa un puré de verduras, una caja de galletas príncipe y una bolsa de patatas fritas (ha debido pensar como yo que lo mejor es un menú variado)
 
-          Vecino chismoso que alaba las bondades de mi perra: ‘es que ni se la oye, que perra tan buena, tan simpática, tan guapa, tantarantán… ‘Abro la puerta para que salga la homenajeada y terminar con la charleta y, ¡ahí sale mi perra!  Rebozadita en pis. Es que ella lo de la autonomía en la que nos vemos inmersas lo lleva más bien mal y como no habla ni llora ni lo comparte con colegas, pues ha decidido mearse encima (sin parar) ¿Cómo puede generar tanto pies ese cuerpejo?? Un misterio


-          Me toca sacar todas las mañana a las 06.30 horas a la peludita del muelle flojo. Salgo sin sujetador, despeinada, con la férula dental puesta (esto último resalta mi sonrisa), la mayoría de las veces sin gafas, y el otro día con las zapatillas de estar por casa. Vamos toda una ‘It Girl’. Y no falla cuanto peor salgo a más vecinos me cruzo.
 
-          En el trabajo uno de mis jefes me cuenta la tragedia que le supone tener que prescindir de la nani trilingüe de sus hijos que cobra dos veces mi sueldo. Levanto la vista del ordenador y le suelto: ‘me la pica un pollo, de verdad’.  A los cinco minutos me daba el contacto del mejor psiquiatra de España (por supuesto amigo suyo).
 
Comprenderéis que no me queda otra que reírme.
 
Continuará
 

viernes, 19 de abril de 2013

La mejor palabra


La mejor palabra es, a veces, la que no se pronuncia. Me lo soltó mi portera de buena mañana al verme casi transparente. Se refería a esas palabras envenenadas que arañan, sin piedad, el corazón de quien quizá, sólo quizá, no se lo merece. Con la cabeza llena de palabras, las vísceras en la mano y el vientre vacío, lo único que sale por mi boca es un rugido. El rugido de quien no ha ganado la batalla pero sí ha luchado hasta el anochecer, cuando todo es más oscuro, hasta caer exhausta sobre la tierra mojada, con los puños y los ojos apretados, aferrándome con fuerza a lo que un día fue suelo firme.

 
A pesar del barro al abrir los ojos he visto un cielo lleno de estrellas, he levantado la mano para coger una y así en ese intento imposible, he conseguido ponerme de pie. El aire limpio ha vuelto a llenar mis pulmones y en cada inhalación se llenan un poquito de vida. Hoy, incluso, mi sombra ha vuelto a acompañarme.
 
 
 "Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong..."
 

lunes, 25 de marzo de 2013

¿El último intento???


Yo no tengo hermanos. Me crié con animales (que nadie se eche las manos a la cabeza que nada que ver con Mogly). Quizá por eso me enternecen de una manera muy especial. Cuando era pequeña y pasaba muchos ratos sola, que los pasaba, siempre había algún bicho mamífero o no al que achuchar.

Pero han sido, sobre todo, los perros que he tenido los que más me han dado y los que más, también, me han enseñado. Será por eso que hay días que me siento algo perruna.

Cuando fuimos a recoger a mi última perra (en realidad no estaba decidido que nos la quedásemos), fue ella la que nos escogió a nosotros. Se metió en el coche directa, se tumbó y nos miró como sólo saben hacer los animales. Ya está: había entrado en nuestras vidas, para quedarse. Mi peludita es uno de tantos perros abandonados y uno de los pocos que tienen una segunda oportunidad. Pero todo tiene un precio, se escapó de la muerte por los pelos y desde entonces vive como una fugitiva. Nunca he tenido un animal tan noble como ella, tan dulce, tan buena y que tenga que visitar tanto al veterinario. Nos hemos empeñado en salvarla, una y mil veces y hasta ahora lo hemos conseguido…
 
Hemos decidido que éste es el último intento; que no pasamos de las 5 pastillas que se toma al día, de las 3 visitas semanales al veterinario (cuanto menos), de las pruebas y más pruebas al mes. Pero… Ay cuando me mueve el rabito como un helicóptero, ay cuando se tumba como una dorada a la espalda y me ofrece su tripilla sonrosada, ay cuando me lanza un ladridito para que la ponga de comer, cuando se hace una rosquilla sobre mis piernas. Ay cuando me mira como aquel día, en el coche. Ay.

martes, 23 de octubre de 2012

Tú no estás enferma, tú lo que tienes es mala leche


Pues sí que es puñetera la enfermedad que padece mi madre: una degeneración cognitiva de origen ‘aún’ desconocido (que digo yo que por lo menos debe de venir del mismísimo infierno) porque nos hace la puñeta a todos bien de bien. Es lo que tienen este tipo de demencias que agudizan todo… Estos últimos días, aunque hay mala leche para mí también, su objetivo ha sido su cuidadora. Y  así vivimos, en un continuo delirio y eso que ella dice que ahora está mejor que nunca ¿Mejor que nunca? JA. Voy a ver si nos hacen descuento en la unidad especializada en demencias por ir en grupo.
 
Resumen de una semana deliraaaante:
 
-          Mi madre (a partir de ahora Mm) que se encuentra divinamente y decide tomarse todos los días una copita de vino y aumentar la dosis de tabaco. Porque, ¿qué sería la vida sin esos pequeños placeres? Por lo menos la copita de vino no la acompaña de la medicación anti sicótica ni tampoco con la del corazón (oye algo es algo)
-          Mm que como está estupenda decide que no necesita señora que la cuide 24 horas al día (como nos recomendó encarecidamente el neurólogo) y se escapa de casa cada vez que su cuidadora va al baño en un gesto de reivindicación de su libertad personal. Ayer mismo en una sola mañana se escapó 3 veces (debe ser que la cuidadora anda algo suelta)

-          Mm que ha decido adelgazar a su cuidadora (todo sea dicho que le sobran unos kilitos) y la lleva a darse un ‘paseíto’ de más de 4 horas cada día!!!!. Por supuesto, cada una va por una acera distinta porque según mi madre (versión no confirmada por la cuidadora) ‘esta’ mujer tiene alergia al sol y Mm necesita el sol porque tiene mucha vitamina D. (Olé sus huevos)
-          Mm que como ha conseguido que la cuidadora (sufridora) pierda algo de peso la sube todos los días a una escalera a limpiar techos y lámparas ¿Y si no puede la pobre mujer? Pues más caminatas!!
-          Mm que le corta el agua a la buena mujer mientras se ducha porque como esta rellenita pues gasta mucha… (Después de tener una charlita con mi madre e intentar hacerle entender…  ya sólo le corta el agua caliente, además me dice que el agua fría tonifica)
-          Mm que no contenta con la caminata diaria decide por las noches hacer un poco de ejercicio para activar la circulación sanguínea. Ejercicios en el descansillo y por las escaleras del edificio, con el consiguiente susto de vecinos y de la cuidadora que no hace carrera de ella.
-          Mm que se enfada con su hija (osea yo) cuando intenta hacerle comprender que no puede hacer lo que le salga del moño (por muy saludable que le parezca) y me reprocha además de mil cosas que la coarte su libertad como persona ( Y digo yo: ¿ la mía ‘ahonde’ estará?) y que en cuanto la pongan la vacuna que la cure ¿? ya puede ir haciendo las maletas esta buena mujer!!
 
Y así una y mil!!!!

lunes, 25 de junio de 2012

Desidia... La, la, la


Más de un mes sin escribir. Es mucho. Y no es que no me hayan pasado cosas dignas de mención!!! Llevo una vida al límite digna de las heroínas más intrépidas de las mejores películas de acción. Al límite: de fuerzas, de ganas, de paciencia, de cansancio, de mala leche acumulada… Y como esas protagonistas intento dar esquinazo a mis villanos particulares que la verdad se reducen a mis jefes y a un montón de cifras que no me terminan de cuadrar, pero de eso no voy a hablar, no vaya a ser que me oiga ‘La Prima’ y se vaya a poner más en riesgo de lo que está. ¡Qué vida tan interesante la mía!!! Cuánta acción.

Claro que yo preferiría ser la prota de un telefilme de esos de serie B (o Z) que emiten los fines de semana al mediodía tipo: Perseguida hasta el catre, La heredera de las praderas o incluso Oscura obsesión. Ahí queda eso!

Siempre me pasa lo mismo, llega el verano y yo desfallezco, llego sin fuerzas, arrastrándome como una gusanilla hasta vacaciones. No veo más allá. Tacho los días del calendario. Hoy en lugar de ponerme la ropa interior casi me pongo el bikini. Y es que es ahora cuando los lunes son más lunes y los fines de semana duran lo que un helado.




lunes, 9 de abril de 2012

Torrijas y penitencia


Torrijopenitencia. Es el nuevo término, que resume más o menos mi Semana Santa. No me he ido de Madrid, ni física ni mentalmente (aquí incluyo las experiencias extra corpóreas). De ahí la parte de penitencia y lo que derivó en el consuelo ‘torrijil’ con maridaje de vinitos que a su vez derivó en coger el kilo que tanto esfuerzo me había costado perder (durante ‘sólo’ un mes) y ponerme la tarde del domingo de Resurrección como la niña del exorcista y sin cura a mano. Bueno, cada uno se toma la Semana Santa como puede.

Pues eso, que me he puesto tibia de torrijas y ahora hago penitencia en mis propias carnes (eso sí, paso de flagelarme que ya tengo yo bastante). Pero es que algo acorde con la fecha tenía que hacer, porque este año ni procesión, ni pelis tipo Las sandalias del pescador… Ni ná de ná.

Si soy sincera, he descansado. Al menos el cuerpo que se zampó las torrijas sí que ha descansado. La mente ha ido un poco a su bola, como siempre, mi cabecita ha hecho su viacrucis particular:

1ª estación: Yo sentenciada a una y mil penurias
2ª estación: Yo cargando con la marrones de la vida (mi cruz particular)
3ª estación:  Yo que caigo rendida ante las torrijas por el peso de los marrones (cruces varias)
4ª estación: Encuentro con el remordimiento torrijil
5ª estación: Marido que ayuda con mis marrones y con las torrijas
6ª estación: Enjuago mi boca en vino (s)
7º estación: Caigo de nuevo (gastronómicamente hablando)
8ª estación: Consuelo a mis amigos porque hacen lo mismo que yo
9ª estación: Torrija al canto
10ª estación: Me despojo de mis vestiduras (básicamente porque ya no quepo)…

Y así hasta la 15ª estación que es la Resurrección a la que aún no he llegado!!!

(Por favor que ninguna persona se sienta ofendida por las metáforas. Son sólo eso)

lunes, 5 de marzo de 2012

Electroduendes

No sé qué pasa que cuando llevo una época ‘algo alterada’ se empiezan a estropear los electrodomésticos de mi entorno y solemos terminar además con alguna tubería rota y mucha agua de por medio. No me lo he hecho mirar nunca, la verdad. Debe ser como una ‘perturbación de la fuerza’ o que ‘el lado oscuro’ (el mío) tiene una potencia energética que flipas. Eso o tengo unos electroduendes cabroncetes instalados en mi casa. Los fenómenos van desde unas bombillas que se funden (estando yo al lado) o cosas ya más complicadas como la siguiente:

Jueves 02,30 horas de la mañana. Una semana de mierda (como viene siendo costumbre, pero no más mierda que ninguna). Dormidos profundamente, marido, perra y yo. Ruido de estar lloviendo a mares. Me despierto. Voy a cerrar la ventana de la despensa. Abro la puerta y una catarata de agua se me viene encima (catarata, catarata no, pero como si estuviese dentro de la ducha sí). Se inunda la entrada, se inunda la cocina, me inundo yo. Llamo (grito) a mi marido (sigue increíblemente dormido). Marido que viene ágil cual gacela. Marido que resbala y cae al suelo empapado. Le veo romperse la crisma (por lo menos). Grito como una plañidera. Marido más molesto por mí que por el agua o por la caída. Decido ponerme las gafas. Se ha roto la caldera. Toallas y cubos al canto por toda la casa. La perra asoma el hocico, se vuelve a su cesto a dormir (¿intrépida verdad?) Marido descalzo y empapao. Yo empapada pero con zapatillas. 05,00 horas: agua cortada, despensa vacía, el seguro no cubre nada, marido vuelve a la cama, yo intento secarme mientras se me van los temblores.

Mi marido mojado y todo es mucho más optimista que yo y me consuela: ‘cariño, es una suerte que haya pasado estando nosotros en casa, siempre podría haber sido peor’. Hombre yo lo de la suerte, no  lo termino de ver, pero sí es cierto que podía haber sido peor. Y mucho...





lunes, 20 de febrero de 2012

De brackets y deseos

La de la foto no soy yo
Cuando era pequeña me parecía súper pijo y lo más llevar aparato de dientes (ya apuntaba maneras por aquel entonces, por lo rarita). Llegó a tal punto mi fijación que me ponía papel albal a modo de funda en los cuatro dientes delanteros (lo sé, sin comentarios). Algo así como una enana rumana pelín desequilibrada. Estaba tan mona (y tan rara) yo con el súper aparato puesto jugando a las muñecas, pintando y haciendo el gamba por mi casa… Llevaba durante tanto tiempo el papel albal puesto que había veces que tenía hasta heriditas ¡¡¡Qué tiempos tan felices aquellos!!

Diré en mi favor que en aquella época los niños no teníamos mucho con que divertirnos y la imaginación era fundamental para pasar el rato (la mía se desbordó, está claro). Mi imaginación fluía libremente para hacer casitas debajo de la cama, del sofá o dentro del armario; vestidos de muñecas con tapetes de ganchillo y para vestidos de noche: ¡los pañuelos de seda de mamá!!;  estilismos varios y cortes de pelo al pobre perro  (en mi infancia todos los perros del edificio curiosamente iban trasquilaos, no digo más); que se acababa el papel pues a ilustrar libros o la cara de mi vecinita (frita la tenía con tanta ‘mala idea’, aún me lo recuerda)... Y así mil.

La verdad que lo del aparato de dientes me tenía fascinada y me quedaba embobada mirando fijamente  a cualquier compañera que lo llevaba puesto y ya si se comían un bocata de chori de Pamplona con los brakets era lo más de lo más. Deseaba tanto llevar uno… ¡Qué mira por dónde ahora casi con cuarenta años me lo tengo que poner!!! Cómo es la vida. Manda narices, ahora que ya lo tenía superado!! Si ya lo decía mi abuela: Cuidado con lo deseas que se puede hacer realidad.

lunes, 13 de febrero de 2012

Absurdeces varias

El otro día en una comida con amigas, después de contarnos nuestras penas, llegamos al momento ‘Elena Francis’ que nos encanta a todas. Esos momentos donde comentamos nuestros nuevos descubrimientos, superficiales sin duda, pero que nos elevan las endorfinas durante al menos un par de minutos.

Entre risas y consejos, llegamos al punto cumbre donde todas confiesan su último hallazgo y cuál es mi sorpresa que es: el champú de Biotina (champú para caballos) de Deliplus (taaachán). Y yo agudizo la mirada fijándome en sus cabelleras y algo sí que se nota: tienen todas el pelo como ‘Mi pequeño Pony’!!!! Jajaja, qué ataque de risa me dio. No me lo perdonaron y estuvieron machacando con el tema tanto que en cuanto terminamos la comida, llamé a mi ‘churri’ y para Mercadona que nos fuimos. No veía más allá que el champú (y caballos por carritos de la compra). Como no podía ser de otra manera, estaba agotado. De hecho es que se agota cada día. Y yo me sentí absurda: en un barrio que no era el mío (como a 10 kms), con mi ‘Pepe’ con cara de ¿estamos locos o qué?, y con la imperiosa necesidad de comprarme un champú para caballos…

El sábado fui al cine a ver Katmandú, cuando salí del cine, me sentí la mujer más superficial del mundo por lo del champú del día anterior (ni tanto ni tan calvo, debería haber pensado y nunca más apropiado) Hoy ya se me ha pasado la culpabilidad y lo he relativizado todo. Se lo he encargado a una amiga que vive enfrente de Mercadona :) Lo pienso rentabilizar a tope y lavar a la perra con él, o echarle unas gotitas en el agua para las plantas, puedo utilizarlo hasta para fregar el suelo a ver si me crece césped (que aunque sea artificial a mi me vale) y como se descuide mi Sr. esposo ahí no andaremos que no lo lave a él enterito, que ya se sabe que el hombre y el oso…

En fin, tal y como está el patio, un poco de superficialidad equina no viene mal.




jueves, 26 de enero de 2012

Pues estamos buenos...

Siempre he confiado en la ‘generosidad’ de los extraños (al menos eso me digo a mi misma). En lo que no creo es el la supuesta ‘profesionalidad’ de muchos especialistas, y uno de los gremios en los que menos confío es en el de los médicos (el sector ñampas: albañiles, fontaneros, electricistas… se merecen un post sólo para ellos)

* paperblog
Crónica del desastre:

-          Desde mi operación de piñata, http://queridacandela.blogspot.com/2011/03/yo-tenia.html paso revisiones con el dentista cada seis meses. No tengo ninguno fijo. Soy la paciente de la boca errante. En la revisión de verano todo bien: un empaste y una limpieza. La semana pasada, fruto de mi peregrinaje, me fui a otro ‘profesional’ con la esperanza de que fuera el definitivo. Después de una hora de revisión, el ‘estado fatal’ de mi boca ascendía a casi 2.000€ entre curetajes, microcirugías, cambios de empastes y demás. Llegué a casa hiperventilando desconsolada por la pasta y por los meses que me esperaban. Es el fin – pensé- a este paso en diez año estoy con dentadura postiza. Ayer me di de alta en la póliza dental de mi churri (no sé por qué no se me había ocurrido antes con lo lista que soy yo para otras cosas…) Veredicto del dentista del seguro: limpieza bucal y revisión en 6 meses. ¿Y ya? Pues sí y ya. Casi le doy un beso en los morros. Además era muy majete, que se agradece cuando un extraño tiene metidas sus zarpas en tu boca. Me han dado ganas de llamar al de los 2.000 y decirle cuatro cosas. Aún no lo tengo descartado…

-          Desde hace un par de años sufro de dolores de cabeza, y cuando digo cabeza es de la  cabeza entera, me duele hasta la mandíbula y por qué no decirlo hasta los dientes. El caso, hasta donde mi limitada inteligencia llega, entiendo que todo esto está producido por tensiones varias y estreses particulares, algo que le pasa a mucha gente… Decidí ir al neurólogo por descartar males mayores: por ejemplo, algún tumor que me esté devorando el cerebro. Pruebas realizadas y tumores descartados, el neurólogo me extiende la receta: tómate estas pastillas durante un mes y vuelves a consulta. Ilusa de mí cojo la receta y leo algo así como Deprelio y comento graciosa: uy si esto suena a antidepresivos. A lo que él responde tajante: te los tomas un mes y vuelves. ¿Antidepresivos? Pero si el menor de los efectos secundarios que tiene es que me pueden agudizar los dolores de cabeza!!!Entonces, ¿qué?, ¿qué me puede doler la cabeza pero al menos estaré feliz? Pero si no le he contado ni mi vida ni mis penas (ni se ha leído este blog…) además que iba yo monísima a la consulta. No me tenía que haber fiado de un neurólogo que tiene tics nerviosos… Como soy de naturaleza preocupada (eso sí) pues ya tenía yo un 'come come' con esto de la depresión, a ver si iba a ser verdad, que yo un poco Mariangustias sí que soy. Reconsultado con mi médico de cabecera, me confirmó el ‘cuestionable’ tratamiento indicado por este gran profesional y los grandes efectos secundarios… Conclusión: que se las tome él (vía rectal si es posible) a ver si le convierten en mejor médico, más agradable o al menos le quitan el tic.

Manda huevos!!

jueves, 15 de diciembre de 2011

¿El corazón? Bien, gracias

Sonará a tópico si digo que no me gusta la Navidad. Se me tensan hasta las pestañas. Tengo mis motivos, ojo. Pero este año las miro con especial ilusión, será por la nueva etapa que  acaba de empezar: llena de vida, de proyectos, de ganas y también de algunos (muchos) miedos.



Me he sorprendido a mi misma como diría la canción de Marisol “con el corazón contento, lleno de alegría” (y con algún arañazo que también hay que decirlo). Pero como soy perra vieja se lamerme muy bien las heridas y este año ‘me las he rechupeteado bien de bien’. Estoy casi como nueva. Con lo cual a pesar de los pesares tengo fuerza por lo menos para los próximos meses.


He vuelto a emocionarme con la Navidad. No sé si es que las hormonas están haciendo de las suyas o es que me he vuelto del todo idiota (con todos mi respetos para los que son idiotas desde hace tiempo).  Lloro con el anuncio de la Lotería. Me embobo cada día con el olor a castañas y los adornos navideños por las calles. Me he vuelto a fijar en los ojos sorprendidos de los niños en estas fechas. Me he puesto un perfume que me recuerda al turrón para desgracia de mis compañeros… Y las penas las he guardado (por el momento) en un cajón.




 
¡Feliz Navidad!!!




miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cosas de princesas!!!

El sábado le pregunté a mi sobri que quería por su cumple (le caen ya 6), todos los adultos se apresuraron a elegir por ella que si ropa, que si un juego de no sé qué, que si cuentos… Y ella ponía carita de poco convencida, torciendo los morritos y pestañeando muy deprisa. Cuando por fin callaron todos, la volví a preguntar y ésta fue nuestra conversación:


Sobrina nerviosa: ¡¡¡Ya sabesss tíiiia cosas de princeeesas!!!

Tía con cara de risa– Pero… ¿Por ejemplo qué? (yo perdida entre las princesses de Walt Disney y el HOLA)

Sobrina alzando los brazos al cielo: ¡Pues cosas de princesas!! Pues un bolso, unos tacones, joyas, un coche, una diadema con piedras, las pinturas para la cara… ¡Las cosas de las princesas tía!!  (Que pare con la lista que ahora es cuando me pide Botox o una rinoplastia)

Tía con cara de preocupada- Ya, ya ¿Y esas son las cosas de las princesas no?

Sobrina que mira perdonándome la vida- ¡¡¡Síiiiiiiiiiiiiii, porque mamá y tú os pediríais: una cafetera, o un micro, o una bufanda con gorrito, o cosas más de mamas o de tías!!! Pero unos tacones estarían bien porque así los puedo poner debajo del árbol de Navidad para cuando vengan los Reyes Magos (¿Manolo Blahnik o con unos Leticios vamos bien?)

Tía apunto de picarse con su sobrina de 6 años, pone punto y final a la conversación, para empezar a devanarse los sesos con ‘las cosas de las princesas’ (me pilla un poco lejos de edad de cuando yo era igualita que ella y del momento princesa, pues también)

Y después de horas de patearme centros comerciales y de terminar casi hiperventilando por las esquinas, me acuerdo de cuando mi pequeña ‘súper trendy y cool’ sobrinita, a la que adoro, con apenas un año hacía puzzles y a todos los tenía maravillados y a mí me preocupaba tanto… ¡¡¡Este año igual le cae uno, mira por dónde!!!

Por cierto que para 2012 que no se me olvide hablarle: de Urdangarines varios, estereotipos de belleza nada naturales, el papel de la Monarquía (¿?) y la gestión del dinero público.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Ley de Murphy y otros infortunios




Crónica de una semana catastrófica:

Sábado 19 – 10:00h- Marido (el mío) con aspiradora en mano. No funciona (la aspiradora). Aspiradora nueva al canto.

Sábado 19 – 23:00h- Lavavajillas hace aguas. Susto y agua pero nada que lamentar.

Domingo 20 – 09:30h- Cortocircuito en la campana extractora. No funciona. Técnico al canto (cuando tenga a bien pasarse, claro)

Domingo 20 – 22:30h- Soraya Saez de Santamaría dándolo todo y recién parida en la sede del PP. Manda cojones.

Lunes 21 – 20:00h- Acaba de fallecer la Olla express (llevaba 16 años conmigo y era buenísima y carísima)

Lunes 21 -23:50h- Sospechas de que aquí no ha terminado todo… No pego ojo

Martes 22 – 09:00h- Reunión con mis jefes. Temas a tratar: baja maternal, vacaciones, reducción de jornada y personal. Me vuelven las jaquecas, lo veo todo borroso.

Martes 22 -17:00h- Reunión general en la agencia, nos quitan los 22 días laborables de vacaciones y nos quedamos con 30 naturales y sin posibilidad de hacer puentes (osea 15 en enero/febrero y las otras ¿en agosto?)

Miércoles 23- 09:00h-  La nueva me hace la pelota indecentemente. Otros me castigan con su indiferencia por la pérdida de vacaciones. Me llega el C.V. de una súper directiva de La Sexta (había colaborado con ella en un pasado no tan lejano), lleva en el paro 8 meses. Me como un palmera inmensa de chocolate.

Miércoles 23 -20:30h- En casa. Me entrego a una copa de vino al más puro estilo Suellen y respiro hondo. Se funde un alógeno de la cocina (menos mal que hay 3)

Miércoles 23 -20:56h- Perra (mascota) y marido (el de la aspiradora) llegan del veterinario. Hay que operarla con urgencia por un bulto/quiste/alien en el lomo (y vamos a operación por año). De lejos suena el eco de los informativos: la prima está fatal.Me bebo otra copa de vino.

Hoy: mientras escribo el post, me río (bastante histérica, la verdad) porque mañana podría ser peor.


(Y que conste que he hecho un gran esfuerzo por no plasmar todos los tacos y barbaridades que se me agolpan en la boca. Si no fuera porque hoy curro hasta las mil (jajaja) igual hasta vomitaba)

Ésta va por ustedes!!