jueves, 26 de julio de 2012

Truenos, rayos y centellas


No me gustan las tormentas con  truenos, rayos y centellas. Un rato antes, me pasa como a los animales, me pongo nerviosa. No falla. Ayer me acosté muerta de sueño y de pronto: unos nervios tremendos en el estómago. Al momento empezó a oler a tierra mojada, a lluvia. Me gusta el olor a lluvia. Me levanté, me tomé una infusión. De vuelta ya en la cama, el cielo se iluminó. Ya está aquí la tormenta y mi perra que entró de un salto a la habitación, le pasa como a mí, animalito. El primer trueno lo esperé con el ceño fruncido. Me levanté y le dije a mi lindo esposo que estaba totalmente sobado y haciendo unos soniditos guturales rarísimos: yo cierro las ventanas del salón y tú baja la persiana de la habitación. Vale, me contestó súper lúcido... Después de cerrar ventanas y persianas, tomarme otra infusión (no sin antes pensar que igual un rayo fríe el micro conmigo al lado, claro), vuelvo al cuarto y me encuentro con semejante estampa: marido que sigue dormido y que le echa por encima el brazo a algo que no soy yo: es la perra, la jodia se subió de un salto a la cama.

Esta mañana ni el marido sabía que había habido tormenta ni la perra se ha dado por aludida…

sábado, 7 de julio de 2012

No sé por qué te quiero...

No sé por qué te quiero, será que tengo alma de bolero… Así empieza una canción que siempre me ha gustado. Y hoy viene al caso, porque celebro el comienzo de nuestra historia de amor (la del hombre que ocupa y preocupa mi vida y la mía). Siete años juntos. Inseparables. Y yo sí que sé por qué te quiero, aunque mi alma se meza al son de un bolero.
No quiero ponerme más sentimental de la cuenta aunque este post lo escriba con una sola mano (me siento como el manco de Lepanto) y vaya de Nolotil hasta las cejas!! Esta semana tuve algo más que un percance y me corté el tendón del dedo pulgar y si hoy estoy aquí, tullida pero con dedo, magullada pero viva es gracias a él. Mi pequeño héroe casero con nervios de acero. Voy a ahorrarme los detalles  del accidente más propio de Viernes 13 que de este blog. Sólo puedo darte las GRACIAS, por ‘salvarme’ una vez más. Te quiero tal y como eres, incluso hasta cuando me ‘das motivos’ para darte con el bolso bien fuerte.
Te quiero por lo natural, campechano y sociable que eres. (Incluso cuando saludas a todos y cada uno de los mendigos, borrachos y tunantes del barrio)
Te quiero por la ilusión que le pones a todo, por tu capacidad de seguir sorprendiéndote con ojos de niño pequeño con el más mínimo detalle. (También cuando me hablas con el mismo entusiasmo una y otra vez del poder de Internet, las redes sociales y las mil y unas frikadas 2.0)
Te quiero por tus manías. (Aunque cuando vayamos por la calle tenga ganas de atarte por tu aversión a los peatones egoístas que usurpan las calles y abusan de los pasos de cebra!!! Vaya cabrones)
Te quiero por no acostarte ni una sola noche sin mí y despertarme cada mañana con mil besos.
Te quiero por escucharme, por consolarme, por calmarme, por darme una seguridad que no creía ya posible.
Te quiero por seguir a mi lado y por construir conmigo esta familia que formamos.
Te quiero por mil cosas más que me llevaría todo un día escribirlas (pero es que me duele la mano…)
Y hoy en un estado bastante lamentable, también quería darle  (con la voz usada de Chavela Vargas) ‘gracias a la vida que me ha dado tanto’…
FELIZ ANIVERSARIO