jueves, 21 de abril de 2011

El lado oscuro

Hoy me he dejado llevar por mi lado oscuro... Últimamente anda algo dolorido. Me ha podido la rabia y me he dejado llevar. Lo puedo explicar que no es sinónimo de justificar:

Me operé el jueves de mis piezas dentales incluidas en el paladar  (las cabronas a las que les dediqué un post). Mira por dónde, sorpresa, sorpresa, no estaban solos: un quiste malhechor se había unido a la banda.Vaya pifia ¡¡Jamás hubiera pensado que me cupiesen en la  boca más de 40 puntos!! Pues caben y alguno más incluso. La  operación horrible, el despertar más horrible todavía y los días siguientes no tengo palabras para describirlos. De hecho no creo que haya un sólo color en el pantone que se ajuste al de mi cara. A los dos días de haberme operado cuando empecé a estar consciente pensé que me habían roto la nariz y el pómulo, mis dientes maltrechos se sujetaban cosidos a la encía, meciéndose como hojicas en pleno invierno. (Para no tener palabras he sido bastante explícita...)

Mi chico no se ha separado ni un momento de mi lado (y eso que era pa' salir corriendo!!), la familia se ha volcado, los amigos preocupados y pensaba que quizá en la pequeña empresa en la que trabajo desde hace 7 años, la gente (no más de 18 personas) con la que comparto 40 intensas horas semanales pues eso, al menos un 'espero que te recuperes pronto'...  Tengo que decir que mi puesto no es fácil, porque me ocupo y preocupo entre otras cosas de todo el mundo (de ellos, sus madres, sus gripes e incluso sus perros). Tenía mi resquemor bajo control, de 18 habían fallado 'sólo 5'. Cuando de repente esta tarde después de enjuagarme con agua con sal (que os podéis imaginar que apenas escuece) veo un email en mi Blackberry: Pepe, todos tus compañeros esperamos que la operación vaya bien y que te recuperes pronto. O algo así porque el lado oscuro ya se había apoderado de mí y la razón y la prudencia me habían abandonado: Pepe es un trabajador de producción de la empresa, con el que no tenemos contacto diario porque está en nuestras naves y al pobre le operan de una hernia... Pero es que el email estaba firmado por todos, incluyéndome a mí!!!

Cojones!!! Que no es cuestión de entrar en una competición de gravedades hospitalarias ni de puntos, pero cómo me ha jodido... Con lo mayor que soy digo yo que tendría que estar ya por encima de estas cosas, pues mira por dónde que no lo estoy. No he podido remediarlo y he respondido, evidentemente preocupándome por Pepe (que ni él ni su hernia tienen culpa de nada) y haciendo un llamamiento a la igualdad de puntos, a la gravedad de operaciones, al dolor ajeno y a la falta de mimos por parte de algunos compañeros. Lo sé, no debería, pero ya está hecho y sí todos tienen Blackberry.

Reconozco que tengo el orgullo tocado, ¿pero dónde queda, no ya la sensibilidad de la gente, sino la educación, e incluso la inteligencia? (A la mínima podría pujar por un despido que reparara el agravio... y he disfrutado pensando en ello, jeje) No lo voy a hacer por supuesto, seguiré siendo la misma tonta de siempre, preocupándome por los demás como si nada hubiera pasado o quizá no tanto... Mi problema es que siempre he esperado demasiado de la gente, incluso de mí misma y ya ves, siempre hay decepciones.

Lo superaré,  me quedan unos días para lamerme todas las heridas.

domingo, 3 de abril de 2011

Hoy llueve a mares

Hace días que no escribo... Hoy es domingo y está lloviendo a mares. Los dedos se me enredan en el teclado, estoy torpe con las palabras, sin embargo la cabeza me iba a estallar con tanto reconcome.

Llevo casi tres días sin salir a penas de casa. No me apetece. No estoy deprimida, sólo necesitaba un descanso. Han sido unos días tremendos de esos que lo dejan a uno como si lo hubiesen atropellado, me duele todo el cuerpo. Debo de estar fatal, llevo todo el día con unos pantalones de chandal y unos calcetines rotos... ¡Si me viese Carmen Lomana!!

Mañana es lunes. Ojalá fuera domingo y lloviese. Mañana llueve seguro, pero será lunes. Me quedaría otro día más en casa, haciendo de bicho bola en el sofá con los mismos pantalones de chandal.

Disfrutaré de lo que me queda de mi 'dolce far niente' y me voy a dar un buen baño.
Mañana será otro día: ¡lunes!! Sólo de pensarlo me duele más el cuerpo, joder.