Una de las cosas que más me puede gustar en este mundo, son los potingues: cremas y más cremas, barras de labios, mascarillas, sérum, esmaltes de uñas... me chiflan, no puedo evitarlo. Y además empecé con esta afición bien joven, a los 14 ya era una experta en las barras de labios de mi madre. He llegado a tener (al mismo tiempo) más de 40 barras de labios y lo más curioso de todo es que la mayoría eran del mismo tono... para hacer un estudio no??? El caso, es que con mis años lejos de superarlo me he vuelto más selectiva, le pido más que un bonito tono a una barra de labios. He descubierto que en el invierno me apasionan los cacaos mantecosos, los lip balm con brillo y... He hecho un descubrimiento estupendo: utilizar una cold cream tipo las de Bariderm para los labios (hidratan más, por más tiempo y te dejan unos labios en pleno confort, carnosos y turgentes) me parece alucinante y mucho más económico (duran muuucho más).El post desde luego no es la maravilla pero tenía que compartir este descubrimiento!!! Sobre el por qué tengo tantas barras de labios (y esmaltes de uñas) ya profundizaré en otro momento.
