jueves, 15 de diciembre de 2011

¿El corazón? Bien, gracias

Sonará a tópico si digo que no me gusta la Navidad. Se me tensan hasta las pestañas. Tengo mis motivos, ojo. Pero este año las miro con especial ilusión, será por la nueva etapa que  acaba de empezar: llena de vida, de proyectos, de ganas y también de algunos (muchos) miedos.



Me he sorprendido a mi misma como diría la canción de Marisol “con el corazón contento, lleno de alegría” (y con algún arañazo que también hay que decirlo). Pero como soy perra vieja se lamerme muy bien las heridas y este año ‘me las he rechupeteado bien de bien’. Estoy casi como nueva. Con lo cual a pesar de los pesares tengo fuerza por lo menos para los próximos meses.


He vuelto a emocionarme con la Navidad. No sé si es que las hormonas están haciendo de las suyas o es que me he vuelto del todo idiota (con todos mi respetos para los que son idiotas desde hace tiempo).  Lloro con el anuncio de la Lotería. Me embobo cada día con el olor a castañas y los adornos navideños por las calles. Me he vuelto a fijar en los ojos sorprendidos de los niños en estas fechas. Me he puesto un perfume que me recuerda al turrón para desgracia de mis compañeros… Y las penas las he guardado (por el momento) en un cajón.




 
¡Feliz Navidad!!!




3 comentarios:

Juana dijo...

¡¡¡¡Feliz Navidad!!!!

Porque sonreír e ilusionar es bueno

Merce dijo...

Pues no te imaginas, cuando tengas aquí a tu peque.
¡Feliz Navidad!

La Zapateta dijo...

No vayas nunca a Cortylandia, ni en tus días más idiotas... Esto es fundamental para seguir viendo la Navidad así... a tu modo y a tu ritmo. Los ojos de los niños de engrandecen por muchísimas cosas, pero sobre todo por el proceso, no por el fin. Pero, sobre todo, no me hagas ni caso....