jueves, 26 de diciembre de 2013

Vivre avec passion


Quizá sea cierto. Quizá el idioma de la pasión sea el francés. Peut-être que oui. No, no he aprendido ningún idioma este año, pero otras muchas cosas sí. Porque hay veces que  podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. C'est la vie...
 
Si cierro los ojos y respiro hondo, sólo deseo:
 
Mandar a paseo los malos rollos y elegir siempre el lado bueno de la vida. Arriesgar sin llegar a chamuscarme o tal vez, sí. No quedarme nunca más con las ganas, con ese vacío que devora por dentro. Dejarme llevar, como el viento porque al final siempre hay algún sitio sorprendente para aterrizar, ahora lo sé. Aterrizar en tierra desconocida y bailar como si nadie te estuviera viendo. Reír, soñar, disfrutar y amar, como si nunca te hubieran herido, como si nunca hubieras estado más muerta que viva. Porque siempre hay tiempo de volver a empezar y 2014 es tan buen año como cualquier otro. Eso seguro.
 
El éxito de 2014 será atreverse. Respira hondo y déjate llevar.
 
 
 
 

jueves, 12 de diciembre de 2013

Descubrir


Me confieso poco amante de las sorpresas… Pero ha sido en  este  2013 desconcertante y acompasado cuando  he descubierto para mi estupefacción un montón de cosas que me han devuelto al mundo. Veamos:

- La amistad. Lo mejor de este año, sin duda

- Viajar sin saber dónde iba. No me lo creo ni yo

- Ir a un concierto de Ara Malikian en la sala Clamores a la salida del curro. Tres horas de concierto…

- Volver a ver a Ara Malikian. Sin comentarios

- Irme ‘de copas’ después del curro y acostarme a las 3, en el sofá.
 
- No caer desplomada en el ordenador al día siguiente y escribirme una presentación en inglés (o en algún idioma parecido)

- Ir a un concierto de El Chojin (rapero) con gente diez años más joven que yo!!! Flipé

- Bailar, bailar, bailar, ¿rap?

- Salir los domingos: aperitivo, comida, cine, exposiciones…

- Me piqué y competí en Pilates con una veinteañera pedorra. Mal, lo sé. Pero ganéeee!!!!!

- He pedido ayuda. Más de una vez

- He dicho que no. Más de una vez

- He dicho que sí. Muchas veces
 

También me han pasado las peores cosas de mi vida en este año. Cosas que no le deseo a nadie. Pero no voy a hablar de ninguna de ellas. Como dice El Chojin (del que ahora soy súper fanfatal) en uno de sus temas: tengo el valor del que pierde, entrena y vuelve. Sin duda, sea lo que sea, hay algo que siempre nos obliga a seguir. Y haciendo camino al andar descubres tantas cosas...



Por si no le conoces:
 
 

martes, 3 de diciembre de 2013

Bienvenida Mrs. Robinson


Llevo una temporada de sarao en sarao y de fiesta en fiesta. No a la Ava Gardner más bien currando como una ‘pringuin’. O lo que es lo mismo: cero glamour y a tope de ojeras. Pero como dice mi jefe, no estoy para decir que no...
 
Días enteros rodeada de un equipo de jovencitos en los que jamás me hubiera fijado -salvo para recordarles que merienden-. Hasta que una de mis hormonas le dio por revolucionarse, y así de un modo casi frenético contagiar al resto. Resultado: hormonas totalmente alborotadas. En mitad de esta rebelión interior, sofocada y aturdida, levanté la vista o mejor dicho miré con otros ojos. Vi. Y me vieron.
 
Los hombres jóvenes realmente son refrescantes, claros, directos, tiernos. Su piel, su olor, su tacto es diferente. No se andan por las ramas. Cuando me refiero a hombres jóvenes hablo de hombres de veintitantos… Sí, sí, sí. Increíble. No me avergüenza en absoluto. Tengo claro lo que hay y lo que no también. Pero, ¿cómo resistirse a tremenda tentación si realmente tampoco tienes por qué? Mirar de frente, sin ruborizarse y descubrir que gustas y no solo a uno sino que tienes donde elegir además… Oh my God! No, no me voy a convertir en una auténtica cretina, ni tampoco en una Anita Obregón cualquiera, es lo bueno de mi edad y de ser consciente de ella. Desde el más absoluto asombro, sólo puedo sentirme halagada.


No ha pasado nada y a la vez ha pasado tanto. Sigo siendo yo, pero ahora el espejo me devuelve un reflejo mucho mejor, más nítido y con más color. Con esto no quiero decir que necesites de un hombre joven, o no tanto, para sentirte mejor, en absoluto. Pero de vez en cuando, sólo de vez en cuando, todas deberíamos 'poder' sentirnos así.

 

jueves, 7 de noviembre de 2013

Quién te hubiera dicho!!


¿Recuerdas cómo era tu vida hace 10 años ó 5?
¿Te hubieras podido imaginar las cosas que te han pasado?
¿Cuántas vueltas ha dado la vida?
¿Y las que has dado tú?


¿Te acuerdas de cuando eras mucho, pero que mucho más joven y te imaginabas de mayor?
 
Quién te hubiera dicho…

viernes, 18 de octubre de 2013

Intocables


Dice el escritor Chuck Palahniuk: “Nunca sabes cuan fuerte eres hasta que ser fuerte es la única elección que tienes. Y cuando esto sucede, eres intocable”. Cierto, muy cierto. Lo que pasa es que en la vida hay más de un momento en el cual tienes que sacar fuerzas de no sé muy bien dónde. Y las sacas, vaya si las sacas, y quizá al menos por unos instantes, eres intocable. Porque hay pocas sensaciones tan gratificantes y tan plenas como el sentirse que has podido, aunque tal vez no hayas vencido. Lo que no te mata te hace más fuerte, más precavido e infinitamente más sabio.
 
 
Por cierto, si todavía no la habéis visto os recomiendo la película francesa Intocable dirigida por Olivier Nakache y Éric Toledano. Maravillosa.

jueves, 3 de octubre de 2013

La cuneta llena de cadáveres


Cuando en tu historial sentimental lo tienes plagado de cadáveres en la cuneta, está claro: eres un psicópata emocional.
 
Normalmente estos especímenes van de relación en relación –de cadáver en cadáver-, prácticamente como los monos, que no sueltan una rama hasta tener otra bien cogida. Como todos los psicópatas empiezan con ‘piezas menores’ para luego terminar con su ‘peculiar obra de arte’. Y, ¿cómo es que consiguen tantas víctimas? Pues porque pasan desapercibidos, porque son encantadores, cercanos, ilusionistas del amor y porque las consecuencias de sus actos solo afectan a la persona que tienen al lado. Nadie va a encontrar marcas físicas en tu cuerpo, pero ándate con los ojos bien abiertos porque son lobos con piel de corderos. Darán tal zarpazo a tu vida que es posible que tú también termines en una cuneta.
 

No se suelen conformar con sexo fugaz, ellos son más de relaciones estables para así poder desplegar toda su sintomatología con cada una de sus ‘victimas’. Se van sofisticando con los años, pero en el fondo siguen repitiendo patrones. No olvidemos que la seducción es la base que permite el acto psicopático y se produce mediante una transferencia donde la propuesta del psicópata encuentra su sitio en las necesidades del otro, porque son muy hábiles para detectarlas. En la seducción el psicópata necesita que el otro esté de acuerdo, para lo cual usa su persuasión y su encanto... Pueden llegar, incluso, a mimetizarse durante mucho tiempo con su pareja para transferirle ‘sus deseos e ilusiones’ que jamás, jamás serán reales y así cuando cometa ‘el homicidio’ poder sentirse un poquito menos culpable (al fin y al cabo ella estaba de acuerdo)
 
Todas las relaciones están cortadas por el mismo patrón, claro que hay con algunas que se esmeran más y las terminan bordando. Llenan las mentes de las futuras difuntas de deseos, ilusiones, de ganas porque huelen las carencias como alimañas, para luego torturarlas antes de arrebatárselas todas de golpe. Me recuerda al toro de lidia: los cuidados en el campo, el engorde para luego terminar en una plaza de toros, medio desangrados con una espada clavada en el cogote. …  Y hala otro cadáver para la cuneta. Y así suma y sigue.
 
No te confíes de su apariencia, no confíes jamás en sus palabras. Será capaz de dejarte sin nada, será capaz de todo, porque los psicópatas emocionales no pueden empatizar jamás con el dolor que infligen, una vez que dejas de ser su objeto de deseo y se cansa del juego, para ti será demasiado tarde porque habrás caído en sus redes y te conviertes, irremediablemente, en el siguiente cadáver.

martes, 24 de septiembre de 2013

Donde el corazón te lleve


Porque hay lugares a los que nunca se llegará sólo con la razón. Porque el corazón tiene razones que la razón no entiende. Porque el corazón es el motor de la vida. Porque lo que hoy siente tu corazón, quizá mañana lo entenderá tu cabeza. Porque no se ama verdaderamente sino cuando se ama sin razón. Porque un corazón roto, siempre, tiene la capacidad de regenerarse. Porque sin corazón nos volvemos serés despiadados. Porque hay veces que de corazón preferirías no tener razón.
 
Por eso y por mil cosas más, quizá, deberíamos ir más a menudo donde el corazón nos lleve.

jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Olvidar y perdonar?


Nunca he sabido muy bien la diferencia entre perdonar y olvidar. Quizá porque no soy una persona rencorosa. Quizá porque hasta ahora ni tan siquiera me había parado a pensarlo. Quizá porque siempre he confiado en que el tiempo, de alguna forma, pone todo en su lugar o tal vez porque nunca he creído que fuera posible el perdón sin el olvido.
 
Perdonar no es olvidar, es aceptar sin resentimiento ¿Pero es esto posible hacerlo de corazón? Evidentemente, depende de lo que haya que perdonar y a quién y por supuesto también del tiempo… No es que crea en el odio injustificado, pero sí creo que es lícito e inevitable como un sentimiento de rechazo ante un dolor infligido. Tampoco creo en la venganza, aunque sí me gustaría pensar que la vida al final pone a cada uno en su lugar. Con lo años me he vuelto incrédula sobre lo de 'todo se paga en esta vida' porque a la vista está que en muchos casos hay algunos que se escapan de rositas, como hay otras veces que pagan justos por pecadores.
 
Perdonar no exige poner la otra mejilla o exponerse con la herida abierta, tampoco nos obliga a ser amigos de quienes nos traicionaron. Ni amigos ni enemigos. Hay incluso quienes necesitarían más de un perdón, pero bueno en esos fangos no me meto que para eso ya está la conciencia de cada uno. Por eso, prefiero perdonar a que me perdonen porque así al menos uno tiene la oportunidad de recobrar la paz, la tranquilidad y el equilibrio. Ojalá en la vida no hubiera nada que perdonar, nada que lamentar y nada que olvidar.
 
 
Perdonar no quiere decir que olvidemos.  Nunca se olvida del todo. Tampoco creo que uno pueda plantearse perdonar como si estuviese conjugando un verbo, simplemente ocurre, simplemente deja de doler. Si lo piensas, es fácil perdonar, pero no tan fácil olvidar que has tenido que hacerlo...
 
Así  de profunda estoy hoy (y ahora me voy a dar un baño a ver si se me pasa).
 
 

viernes, 30 de agosto de 2013

La carta de Pepe


Ayer no hubo más hombre para mí que Pepe. Me explico:  mientras realizaban trabajos de catalogación del Museo de la Alhambra apareció, escondida en un artesanado mudéjar de una antigua iglesia de Granada, la carta de amor que un tal Pepe escribió a su amada en 1921 ¿Por qué sacar a la luz en un telediario una noticia así?? 92 años tampoco es tanto tiempo, y el vocabulario utilizado era tosco, nada del otro mundo. Todavía si fuese un papiro....
En la era de las redes sociales, donde el teléfono sustituyó a la carta, el email al teléfono y el whatsapp a todo, ¿nos emocionamos con una carta de amor? Pues me parece que sí. Ayer recordé las primeras cartas de amor que recibí de un chico del pueblo de mi familia. Y las encontré. Qué tiempos aquellos. Echo de menos cómo nos comunicábamos entonces o quizá lo que eche de menos, un poquito, es esa época. Los primeros besos, las mariposas en el estómago, el tonteo previo y esas palabras de amor.
Ahora lo abreviamos todo: las palabras, las declaraciones, las despedidas. Poco sitio queda para hacer las cosas como Dios manda, con su poquito de sentimiento, de romanticismo, de tacto, de todo. Es lo que tiene la vida moderna. Desde luego hemos salido ganando en muchas cosas... Estamos tan comunicados para decirnos tan poco.

Ayer si me dan a elegir me hubiese quedado con Pepe y su carta, esperándole en una iglesia con artesonado mudejar en algún pueblo de La Alpujarra. 

lunes, 19 de agosto de 2013

De vuelta


Hoy he vuelto a la oficina. En realidad no la terminé de dejar del todo. Casi mejor ni comentarlo. Pero aun así he disfrutado. Ha sonado el despertador trempanísimo. La perra me ha mirada con cara de pocos amigos y ambas hemos bajado a rastras a la calle. Aún era de noche. De camino a la ofi la sensación ha sido extraña, me he sentido extranjera en mi propia ciudad. No sabría explicarlo bien, pero todo ha sido raro y hostil desde primera hora. Brusco el encuentro con la hija de la quiosquera (quiosquera ella también) a la que me veo últimamente dándole demasiadas explicaciones sobre mi vida a unas horas… Y en mi afán por esquivarla, he recibido un: bueno, ya me contarás si ya te has echado novio, que mira que qué mala suerte tienes con los hombres ¿¡¡¡¡¡¡??? Me he parado en seco: no, no te lo voy a contar, de eso nada guapa… Se me han ido agolpando malos pensamientos y peores palabras en la boca (y mira que estoy positiva leñe) pero he mirado hacia abajo y me he encontrado con los ojitos de mi peludita. Nadie mira con ojos de cordera como ella (salvo el marido de la hija de la quiosquera que nos mira así a todas…) Se me ha pasado la mala leche matutina y hemos seguido a lo nuestro: unos pises en sitios con olores me imagino que estupendos (para ella, yo de siempre he preferido el WC)
 
Y escuchando a Sabina y sus ‘Peces de ciudad’ he llegado a la agencia. He saludado al portero, él como siempre me ha soltado un: buenos días guapa (mirándome delantera y trasera), a mí se me ha levantado una ceja, también como siempre. Y nada, una vez que culo y manos se han acoplado perfectamente en sus puestos me he dado cuenta de lo poco que me apetecía estar ahí!!! Jajaja. Pues eso, que hoy me siento extranjera en una tierra un poquito hostil.
 
Esta podría ser yo en algún momento de la mañana
 
 

martes, 13 de agosto de 2013

Bajo el sol de... Suiza


Quería irme, poner kilómetros de distancia. Más que vacaciones era una necesidad vital. Probarme a mí misma, ponerme un reto y saber que puedo. Después de un periplo mental por diferentes ciudades de Europa, incluso por algún que otro crucero y volver loca a la agencia, a mis amigas y a mí misma, terminé en Suiza y en la Selva Negra de Alemania, y a estas alturas no sabría decir por qué. Me fui sin saber el recorrido, con un grupo organizado donde no conocía a nadie y con una maleta que ni hecha por mi peor enemigo. Pero ahí estaba yo. Y es que no hay nada mejor en la vida que confiar.
 
Nada más llegar al aeropuerto descubrí lo mejor del viaje, dos personas maravillosas que me adoptaron desde ese momento para aún después de haber llegado seguir a su lado. Llegada a Suiza. Ola de calor africano. Maleta con ropita más bien de entretiempo, ni unas chanclas. El gel se desparrama en el trayecto y me deja con la mitad del fondo de armario y 3 bragas, literalmente. No pasa nada. Ataque de risa porque a otra del grupo le ha pasado lo mismo pero con la espuma del pelo (la ropa pelín tiesa). Monísimas y preparadísimas (jajaja) en una Suiza tan civilizada, tan limpia, tan verde… Que por primera vez me siento algo parecido a una perroflauta. Y es que también se me olvidó la crema suavizante del pelo… jajaja una cucada vamos.
 
Sería difícil resumir las sensaciones que han sido muchas, sería difícil hablar de las ciudades sin antes situarme en un mapa, sigo sin enterarme mucho de por dónde he estado… Pero estuve, pude, lo hice. Confié. Y llego llena de verde en las pupilas, con los pulmones repletos del aire fresco de los Alpes, con el regusto en el paladar de las mil cervezas y de otros tantos chocolates. Y aunque no sepa muy bien por dónde he estado (nada propio en mí), sí que sé dónde estoy ahora.
 
En la tierra de Heidi el ritmo es más pausado, la gente no grita y los perros no ladran. El 80% de la población masculina está como un queso (nunca mejor dicho) y es súper educada, pero les falta sentido del humor, les falta pasión, de algún modo, les falta vida.
 
Me he traído unas vistas maravillosas, mil risas, las piernas llenas de moratones por la bajada de algún monte al que nunca antes me hubiera atrevido a subir y todavía me dura la resaca de un botellón a base de cerveza, tequila y licor de hierbas alpinas. Bajo el sol de Suiza, me he dado cuenta de que habrá más viajes, habrá más experiencias y habrá más vida porque, sin duda alguna, hay que confiar.
 
 

domingo, 28 de julio de 2013

In Memoriam


Durante unos años fui tripulante del AVE. Estos días he vivido intensamente la desgracia del tren Alvia de Madrid-Ferrol. Y no dejo de pensar que esto nos podía haber pasado a cualquiera. En un segundo, en una curva, tantos sueños rotos, tantas vidas sesgadas. Tanto dolor y tanta pena. Hoy más que nunca pienso que la vida merece un homenaje.

Me han venido a la mente mil recuerdos, mil sonidos y otros tantos olores de una época de mi vida que creía tan lejana… Estos días parece que el tiempo no hubiera pasado. Entré en el AVE en 1995, era la tripulante más joven de las líneas de alta velocidad. Nos llamaban el cuerpo de élite de RENFE. Un trabajo con horarios imposibles, donde no existían ni las fiestas ni los fines de semana ni las vacaciones en verano. Tus compañeros se convertían, irremediablemente, en tu familia. En aquella época terminé mi carrera, hice un master, me casé, me compré una casa. Comencé a trabajar siendo una niña y me fui siendo una mujer para dedicarme de lleno a lo que es hoy mi profesión. Entre lágrimas y risas he recordado tantas cosas. Desde hace años, ya no hay cuerpos de élite, mis compañeros se recorren las vías de toda España, en AVES, Talgos y Alvias. En un Alvia como el que iba al Ferrol este pasado miércoles. He vuelto a hablar con muchos de ellos, sólo puedo decir una cosa: os echo de menos.

Todo mi apoyo y mi cariño a los familiares de la víctimas, a mis compañeros e in memoriam de David y Olga, tripulantes del Alvia, que ya no están con nosotros. Mi corazón está estos días en las vías.

miércoles, 24 de julio de 2013

No te digo más


Cómo estamos en la nueva oficina!!!! 1/3 de la plantilla de eventos por esas bonitas tierras de España, dos de baja y para largo, el resto lo conformamos las veteranas y las becarias que nos repartimos como podemos entre vacaciones y oficina. Las que no somos becarias y tenemos ‘el lujo’ de tener vacaciones (y no estoy siendo irónica) y el honor de que la empresa deposite toda su confianza en nosotros, contamos con el privilegio de poder (deber) llevarnos la Black Berry de vacaciones (como todos los años). Pero… aquí viene la novedad y es buena, este año además de llevarme mi portátil también me tengo que llevar el de una de las que está de baja o de eventos. Ehhh???? Pues sí, hija, sí. Como te lo cuento, porque, el caso, como no queremos dar mala imagen de cara al cliente (y que piensen la verdad: que somos tres gatos), pues suplantamos a la compañera en cuestión directamente desde su ordenador. ¿Sofisticados eh??
 
No puedo dar una explicación lógica a esto por mucho que lo he pensado y he preguntado no he encontrado nada que satisfaga mi razón. Luego hablan de las muertes en China por exceso de trabajo, nada hombre, que se pasen por aquí o por cualquier pequeña empresa española y vean cómo está el patio, no te digo más.
 
Eso sí, me lo voy a tomar con mucho humor porque como dice mi jefe no estoy para decir que no ;)

lunes, 15 de julio de 2013

Yo no era rubia ni de pequeñita y el extraño caso del vecino del 7º


Tengo el pelo oscuro, de siempre. Las facciones marcadas. Mido 1,72 cms. Tengo las tetas grandes y el culo también (desde los 11 años). Mi rictus natural es serio y mi voz no es ni suave ni dulce. Tengo la mirada intensa como la mayoría de los miopes. No soy de las que suele sonreír a la mínima aunque sí que me río a carcajadas. Tengo un halo distante casi solemne desde que era un mico y mi presencia suele imponer bastante (qué le vamos a hacer, asín soy yo). Con semejante estampa, en las funciones del colegio nunca he sido la virgen María, eso sí, siempre he llevado los mejores estilismos aunque me tocase vestirme de pastorcilla o de Rey Mago. A la salida de una discoteca a los 18 años me llamaron travesti, desde entonces procuro aplicar a mi vestuario lo de ‘menos es más’.
 

No me estoy quejando de mi físico, en absoluto, además hace tiempo que convivimos en relativa paz. Pero sé que a simple vista soy una tía que impongo, por eso, y cumplidos los 40 he hecho propósito de dulcificarme en el fondo y en la forma. Esto más bien viene a cuento porque desde que mi estado civil ha cambiado la gente me habla y me trata como si fuera la ‘típica rubia tonta’ (topicazo al canto porque nada en contra de ellas). Y mira por dónde, a pesar de mi aspecto y a pesar de los pesares, me hace hasta gracia que piensen en mí como una damisela vulnerable y necesitada de protección… Siempre hay una primera vez para todo.
 
Y este rollo viene por el vecino del 7º. Antecedentes: vecino cincuentón, buen aspecto pero mal encarado, no ha mediado palabra con nadie –excepto insultos- en 10 años... salvo con  la vecina del 6º con la que tiene un lío (a pesar de estar casado) y que es la ex vicepresidenta de la comunidad (porque, tacháaaaan, ahora la vicepresidenta soy yo!!) Un hombre desagraddable, con tintes sociópatas y pelín violento que ha hecho de su ático -y propiedades comunitarias- su cortijo donde no hay más ley que la que impone y que tiene mil denuncias de la comunidad de vecinos por un montón de barbaridades que directamente se las pasa por ‘el forro’.
 
Un hombre que desde que ha olido mi soltería y mi nuevo puesto (inicialmente, totalmente honorífico) me somete a un ‘acoso’ constante. Un hombre que el sábado pasado llamó a mi puerta al mediodía y con el pie entremetido en el hueco de la misma, intentó: ¿impresionarme, manipularme, amedrentarme, hacerme ver que es todo un machote? Hasta que dejé de lado mis dulces propósitos y volví en mí (pero bien vuelta). Desafiante abrí la puerta de par en par, saqué pecho, levanté ceja y dije lo suficientemente alto para que me oyese algún vecino: No sé cuál es el propósito de que esté usted aquí, pero no vuelva, porque si lo hace a todas las denuncias que tiene puestas se le va a sumar la mía por acoso. ¿Le queda claro? O ¿Quiere que llamemos al presidente de la comunidad, a su mujer o quizá a la vecina del 6º para que se lo expliquen? Unos cuantos tartamudeos después desapareció con el rabo entre las piernas. No he vuelto a saber de él. Pero aquí le espero porque sé que volverá.
 
Yo no soy rubia, ni de cuerpo ni de alma y  no lo seré nunca, pero, ¿y qué más da?  Me quedo tal y como soy, con mis formas -con todas- y con mi fondo. Y de momento al del 7º le va a caer una demanda civil, instigada por servidora, por pasarse por donde no debe demasiadas cosas, por chulo y por capullo ¡¡¡Hombre ya!!!
 
Próximos posts:
La vecina ‘sepsi’ del 6º y yo vamos a terminar rodando por las escaleras
La quiosquera bocachancla o qué mala es la envidia, cari

martes, 25 de junio de 2013

Con un par...


Mira que me gusta Benedetti, pero hay una frase suya que me repatea tremendamente: “No somos cobardes, sino que no hemos encontrado aún nuestro coraje” Hombre, pues depende. No creo que se nazca con más o menos coraje, con más o menos valor o con más o menos coj… Aunque quién sabe igual hay un gen que nos predisponga a ello, pero eso mejor que lo diga Punset. El caso es que yo creo que la huida no ha llevado nunca a nadie a ningún sitio (por lo menos a ningún sitio bueno) El coraje o valor no es algo que puedas comprar en una tienda online, ni que te encuentres en la calle. En la calle con lo que sí te puedes encontrar es con bastante gente pusilánime, amedrentada por los reveses de la vida y con más miedo que vergüenza. Gente que no se enfrenta a sus problemas cuando los tiene y se llaman a sí mismos prudentes (pues no hijos míos, eso también es falta de coraje)
 
Y fíjate por donde querido amigo Benedetti que creo que los hombres son más cobardes –por regla general- que las mujeres (y que conste que esto no es un alegato feminista o igual un poco sí) El valor y el coraje lo sacas cuando te enfrentas a un problema, cuando buscas soluciones aunque no sirvan para nada, cuando el miedo no te paraliza y luchas sin tregua, porque si te escondes lo único que harás será agravarlo. El valor y el coraje es también asumir nuestras propias limitaciones y vivir con ello. La falta de valor, la cobardía lo convierten a uno en un ser cruel porque como decía Quevedo: “Lo más seguro es no ponerse en peligro” (ya se pondrán otros por ti)
 
Si el miedo es algo que todos sentimos, quién es más valiente, ¿el que no lo muestra y no lo afronta o el que lo afronta pero sí lo muestra? Ahí os dejo eso…

martes, 18 de junio de 2013

Peces de ciudad



“…Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel,

por mis sueños va, ligero de equipaje,

sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje,

luciendo los tatuajes de un pasado bucanero,

de un velero al abordaje, de un no te quiero querer.

Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar

al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar

labios que sacan de quicio. Mentiras que ganan juicios,

tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios

de los peces de ciudad, que mordieron el anzuelo,

que bucean a ras del suelo, que no merecen nadar…”

                                                           
                                                                   Joaquín Sabina



 
 

martes, 11 de junio de 2013

Una historia de piel


Hoy me he quedado mirando a mi piedra (a la que me he agarrado y llevo siempre encima: La piedra) y me he preguntado: ¿Pero tú, eres macho o hembra? Porque si eres del género masculino dentro de unos años, cuando ya nos hayamos fundido entre mi piel y tus aristas, cuando ya hayamos compartido todas las palabras; cuando  tus deseos más profundos se conviertan en mi realidad, igual me dices que prefieres ser una piedra en mitad del desierto, igual me dices que mi piel ya no la sientes y que ya no reconoces tu reflejo en mis ojos. Igual, me dices que ya no soy la piel que habitas porque nunca realmente has estado del todo.
 
Si eres piedra macho, varón u hombre no te bastará lo compartido y un futuro lleno de promesas para quedarte. Y me dirás: "Esas cosas pasan. Era sólo un  proyecto entre piel y piedra. Esto nunca ha funcionado realmente y yo ahora estoy bien inventando nuevos deseos que superen realidades para mí mismo y para otras pieles". Y como buena piedra caerás sobre mí como una losa una y otra vez para dejarme la piel hecha trizas mientras murmuras: "Lo siento, no puedo hacer otra cosa". Así, me dejarás marcada con mil cicatrices, tantas como deseos no cumplidos. Y cuando te coja entre mis manos para aun así intentar retenerte te convertirás en arena para desaparecer, para siempre, entre mis dedos.
 
He intentado tener la misma conversación con la tostadora, pero al final me dio cosa terminar con la piel chamuscada…

lunes, 3 de junio de 2013

Bienvenida a la realidad


"Bienvenida a la era de la pérdida de la inocencia, nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables... Más bien desayunamos a las 7 de la mañana y vivimos historias que procuramos olvidar cuanto antes..."
 
Carrie Bradshaw (Sex and the city)
 
 

... Y a mí que me lo cuenten. Amén!!

viernes, 31 de mayo de 2013

Keep your smile


Siempre he pensado que si no eres capaz de reírte de ti mismo, mal lo llevas. No puedes tomarte muy en serio siempre porque corres el riesgo de convertirte en un ser gris, pelín patético y muy aburrido.
 
No es ningún secreto que estoy pasando por un ‘socavón’ en mi vida (por suavizarlo un poco pero es más tipo agujero negro) Pero como gracias a ‘Dios’ tengo un sentido del humor que roza, seguramente, lo perverso, fíjate por donde he recuperado la parte de mí que se descojonaba de la sufridora.
 
Crónica de una mujer independiente viviéndolo como puede:  
 
-          Sábado sin plan a la vista. Una incursión al cine para reivindicar mi autonomía (vamos que voy sola). Película: Ayer no termina nunca de Isabel Coixet. 18,00h. de la tarde, kit de cine preparado: agua, chicles y Kleenex. Puerta de cine: lo han chapado. Vista perdida, a punto de hacer pucheros, me da un ataque de risa. Seguramente Ayer no termina nunca, no es ahora mismo lo que más me conviene.
 
-          Primeras noches (algunas semanas)de libertad de menú (vamos que ceno sola): me decanto por unas conchas Codan que me han enviado a la ofi, acompañadas de una infu digestiva (por si me atraganto). Da igual la quinta noche termino agarrada al ‘sanitario’ y me salen pedacitos de conchas Codan por la nariz!!!


-          Siguientes noches: mi menú se amplía incluyendo proteínas. Cortezas de cerdo, acompañadas de aceitunas, copita de vino y queso sin lactosa para compensar. Rico, variado y con fundamento. Sin vómitos.
 
-          A todo esto hay que sumarle que mi madre (que la pobre tiene principio de Alzheimer) me llama, 3 ó 4 veces cada noche para preguntarme qué he cenado… Al principio me inventaba algún menú saludable pero en vista de que no se acordaba y a la hora volvía a llamar, confesé. No dijo nada, pero al día siguiente me dejó en la puerta de casa un puré de verduras, una caja de galletas príncipe y una bolsa de patatas fritas (ha debido pensar como yo que lo mejor es un menú variado)
 
-          Vecino chismoso que alaba las bondades de mi perra: ‘es que ni se la oye, que perra tan buena, tan simpática, tan guapa, tantarantán… ‘Abro la puerta para que salga la homenajeada y terminar con la charleta y, ¡ahí sale mi perra!  Rebozadita en pis. Es que ella lo de la autonomía en la que nos vemos inmersas lo lleva más bien mal y como no habla ni llora ni lo comparte con colegas, pues ha decidido mearse encima (sin parar) ¿Cómo puede generar tanto pies ese cuerpejo?? Un misterio


-          Me toca sacar todas las mañana a las 06.30 horas a la peludita del muelle flojo. Salgo sin sujetador, despeinada, con la férula dental puesta (esto último resalta mi sonrisa), la mayoría de las veces sin gafas, y el otro día con las zapatillas de estar por casa. Vamos toda una ‘It Girl’. Y no falla cuanto peor salgo a más vecinos me cruzo.
 
-          En el trabajo uno de mis jefes me cuenta la tragedia que le supone tener que prescindir de la nani trilingüe de sus hijos que cobra dos veces mi sueldo. Levanto la vista del ordenador y le suelto: ‘me la pica un pollo, de verdad’.  A los cinco minutos me daba el contacto del mejor psiquiatra de España (por supuesto amigo suyo).
 
Comprenderéis que no me queda otra que reírme.
 
Continuará
 

lunes, 13 de mayo de 2013

El espejo


Ella tiene ganas de abrir la ventana y de gritar al viento: devuélveme la vida. No le salen las palabras. Todo se le agolpa en el pecho. Mira hacia atrás y ve pasar a cámara lenta, su pasado, su presente y todos sus sueños. Queda poco más. Una sensación tan árida como la tierra roja de Etiopía. Hay días que incluso siente la boca llena de arena y el aire seco la quema al respirar. De pequeña siempre se había dicho: tanto esfuerzo servirá para algo...
 
Ahora mira las estrellas desde su ventana. Con los años ha constatado que no siempre el esfuerzo sirve para nada. Hace días que ya no se atreve a pedirle nada a las estrellas. Sólo las mira y susurra al aire: devuélveme la vida.
 
Mira en los ojos y en las palabras de quien un día fue su espejo y no reconoce nada, ni tan siquiera su propio pasado. Quizá todo fuera tan solo un espejismo. El espejo está roto en el suelo, todavía sin recoger, ve  reflejados los fragmentos de su vida. Un  portazo los ha hecho añicos. Mira alrededor. No hay nada, sólo la tierra roja, árida, seca y el espejo roto. Cada día recoge un fragmento para poder reconstruir lo que fue su historia. Nada encaja. Tanto esfuerzo servirá para algo, se repite cansada. Y el aire tibio la envuelve y le trae el eco de su  propia voz.