Esa es la pregunta que una y otra vez, repite (ahora entiendo que retóricamente) mi fisio cada vez que voy a darme un masajito ¿Estamos locos, o qué? Y siempre me voy con la pregunta retumbando en la cabeza. Y me retumba porque nunca he podido respondérsela. '¿Estamos locos o qué?' dice ella, desesperada, con la mirada perdida, y yo me angustio y rápida busco una respuesta que serene su torturado espíritu. Pero no, nunca llego a tiempo, ella sigue hablando y cambia de tema y ahí me quedó yo con el run run en la cabeza y una angustia tremenda por la pobrecita que debe tener una come come existencial tremendo.
La última vez que fuí lo preguntó hasta 4 veces, casi me da un ataque de ansiedad. ¿Pero qué quiere decir? ¿Qué quiere que le responda o haga o diga? (y más teniendo en cuenta que estoy en pelotas en una camilla mientras ella masajea mis carnes morenas) No he vuelto más, no me voy nada relajada a casa.
¿Estamos locos o qué? Pues mira, yo lo primero lo doy por cierto pero desde luego, si tengo que elegir me quedo con el 'o qué'.
2 comentarios:
Lo bueno de este post que te has marcado, es su ritmo. Y eso que trato de ponerme en una camilla imaginaria, relajada, en bolas y entregada al 'desnudo' de los nudos...
...Esos que te hacen preguntarte si estamos locos ¿sí o qué? Porque claro, con tanto ruido entre músculos sólo puede ser responsabilidad del siempre recurrente estrés ¿que no?
Yo me siento un poco desolé, pero desde esta lectura, un poco menos. Tendré que acercarme a la consulta del antenista, que es infalible en preguntas sin respuesta.
¿Qué?
Kika
Querida Kika, creo que te has estado paseando por el blog de Daniel Seseña y te me has liado (pobre con tanto nudo...)Yo te recomiendo que más que pasarte por la consulta del antenista, te pongas una (me refiero a la antena no a la consulta) en la cabeza. Con eso, además de quedar muy bonito, lo pillas todo!!!
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