martes, 30 de abril de 2013

La piedra


No me llamo Candela. Ése es el nombre que le gustaba a mi padre. Tampoco Guevara es mi apellido, es parte del de mi padre y que no llevo puesto. Quizá (seguro) le puse ese nombre al blog en honor a su memoria, a una memoria llena de recuerdos que no pudimos vivir juntos y que hay momentos que como hoy echo de menos.
 
La vida me ha dado un cambio de 360º, un giro tan grande y brusco que caí de bruces al suelo. Después del noqueo, después de haber perdido la consciencia, las ganas, las fuerzas, me he agarrado a una piedra. Literalmente. La llevo encima todo el día y por la noche la pongo debajo de la almohada. La toco, le hablo, la aprieto cuando no puedo más, incluso la lavo. Me gusta saber que está ahí. No me he vuelto loca. La piedra es lo mejor que ha quedado de mí. En la piedra he concentrado la esencia de la vida, de la mía. Cada día religiosamente le doy las gracias por todo lo que me ha dado y por lo que está por venir. Le doy las gracias por mil cosas, por ayudarme a levantarme del suelo (las veces que haga falta, ando torpe), le doy las gracias por negarme a caer en el victimismo esteril, en la amargura enquistada que he visto en otros ‘noqueados’ y que me espanta. La piedra me recuerda que hay algo maravilloso ahí fuera esperándome. La piedra son los zapatos rojos de Dorothy en el Mago de Oz. Ayer me tomé una copa de vino con ella (con la piedra no con Dorothy), en realidad yo me bebí la mía y  también la suya (al fin y al cabo estamos muy unidas). Esta mañana desnuda frente al espejo y con ella en la mano, la apreté con fuerza y me vi tal cual soy.
 
Todavía hay días que se me para la vida. Literalmente. Me quedo quieta, estática, casi ni respiro, esperando un segundo cataclismo, esperando que todo sea un mal sueño. Esperando que se me pase el vértigo, las nauseas y el miedo. Y entonces me agarro a la piedra o ella me agarra a mí, vete tú a saber. Y vuelvo a dar las gracias por las pequeñas sorpresas que cada día me encuentro. Como la que me he llevado hoy, unas palabras escritas en el perfil de un desconocido que me han hecho saber que hay más piedras en el mundo. Hoy he sonreído con el corazón. Y es que prefiero tener una piedra en la mano que una china en el zapato.
 

viernes, 19 de abril de 2013

La mejor palabra


La mejor palabra es, a veces, la que no se pronuncia. Me lo soltó mi portera de buena mañana al verme casi transparente. Se refería a esas palabras envenenadas que arañan, sin piedad, el corazón de quien quizá, sólo quizá, no se lo merece. Con la cabeza llena de palabras, las vísceras en la mano y el vientre vacío, lo único que sale por mi boca es un rugido. El rugido de quien no ha ganado la batalla pero sí ha luchado hasta el anochecer, cuando todo es más oscuro, hasta caer exhausta sobre la tierra mojada, con los puños y los ojos apretados, aferrándome con fuerza a lo que un día fue suelo firme.

 
A pesar del barro al abrir los ojos he visto un cielo lleno de estrellas, he levantado la mano para coger una y así en ese intento imposible, he conseguido ponerme de pie. El aire limpio ha vuelto a llenar mis pulmones y en cada inhalación se llenan un poquito de vida. Hoy, incluso, mi sombra ha vuelto a acompañarme.
 
 
 "Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong..."
 

martes, 2 de abril de 2013

La llave de la felicidad


El otro día leí una entrevista a Isabel Coixet. En ella decía que sus películas no trataban de gente feliz, porque ella no cree en ‘la felicidad’ como estado o como concepto. Me hizo pensar. La felicidad generalmente no se logra con grandes golpes de suerte que pueden ocurrir pocas veces. Los momentos de felicidad se consiguen con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
 
Lo bueno de la vida es tener siempre algo por lo que luchar, algo que esperar, y alguien a quien amar y saber que a la vez eres amado por ti mismo (y a pesar de ti mismo) así al menos, no sé si seremos más o menos felices, pero sí tendremos la certeza de no sentirnos perdidos.
 
Tendemos a pensar que ‘la felicidad’ depende de las circunstancias, de lo que tenemos o no tenemos, de lo que puede ser y de lo que tal vez no sea nunca. Y lo cierto, es que ‘la felicidad’ es tan sólo una opción personal.
 
Para mí la felicidad es disfrutar de cada pequeño instante con la persona que amas. Esos instantes que con sólo recordarlos te hacen desear con todo tu corazón, que pase lo que pase, haya un futuro con más.

lunes, 25 de marzo de 2013

¿El último intento???


Yo no tengo hermanos. Me crié con animales (que nadie se eche las manos a la cabeza que nada que ver con Mogly). Quizá por eso me enternecen de una manera muy especial. Cuando era pequeña y pasaba muchos ratos sola, que los pasaba, siempre había algún bicho mamífero o no al que achuchar.

Pero han sido, sobre todo, los perros que he tenido los que más me han dado y los que más, también, me han enseñado. Será por eso que hay días que me siento algo perruna.

Cuando fuimos a recoger a mi última perra (en realidad no estaba decidido que nos la quedásemos), fue ella la que nos escogió a nosotros. Se metió en el coche directa, se tumbó y nos miró como sólo saben hacer los animales. Ya está: había entrado en nuestras vidas, para quedarse. Mi peludita es uno de tantos perros abandonados y uno de los pocos que tienen una segunda oportunidad. Pero todo tiene un precio, se escapó de la muerte por los pelos y desde entonces vive como una fugitiva. Nunca he tenido un animal tan noble como ella, tan dulce, tan buena y que tenga que visitar tanto al veterinario. Nos hemos empeñado en salvarla, una y mil veces y hasta ahora lo hemos conseguido…
 
Hemos decidido que éste es el último intento; que no pasamos de las 5 pastillas que se toma al día, de las 3 visitas semanales al veterinario (cuanto menos), de las pruebas y más pruebas al mes. Pero… Ay cuando me mueve el rabito como un helicóptero, ay cuando se tumba como una dorada a la espalda y me ofrece su tripilla sonrosada, ay cuando me lanza un ladridito para que la ponga de comer, cuando se hace una rosquilla sobre mis piernas. Ay cuando me mira como aquel día, en el coche. Ay.

viernes, 8 de marzo de 2013

El Día Internacional de los Derechos de la Mujer

En 1977 la ONU proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer. Unos ‘pocos’ años antes nacía yo, en un país donde no se podía:
  • Firmar un contrato de trabajo, sacarte el carné de conducir, pasaporte o abrir una cuenta bancaria sin una autorización de tu marido.
  • No podías casarte por lo civil o divorciarte y si te casabas perdías tu apellido.
  • Ser protegida de manera integral contra las agresiones machistas o cualquier tipo de maltrato. Es más, hasta pocos años antes había una ley que permitía ‘el privilegio de sangre’ es decir, tu marido te podía matar si te sorprendía con otro hombre… Bueno esto no pasa ya en España pero sí en otros países.
  • Tampoco estaba permitido tomar anticonceptivos o abortar (cuando, por supuesto, ser madre soltera era una deshonra para todos y a los niños no reconocidos por su padre se les invertía el orden de los apellidos)

Sin la lucha de muchas mujeres valientes que reclamaron estos derechos y algunos más, no podríamos disfrutar de lo que hoy consideramos algo normal. 
 

martes, 29 de enero de 2013

Nada volverá a ser como antes


Ya no podré volver a ver el mundo con los mismos ojos de antes. La vida se ha dejado sentir a base de bien.  Y esto no viene porque sí. Acabo de entrar en una nueva ‘etapa’: oficialmente soy cuarentañera. Dicen que a los 40 haces balance de los objetivos cumplidos. Pues hombre, si lo hago, objetivos cumplidos lo que se dice cumplidos pues no muchos… Pero bueno como dicen que los 40 de ahora son los nuevos 30, me quedan diez ¿no?
 
Nunca hubiera podido imaginar que mi vida a los 40 fuera tal y como es. Ya ves, la realidad supera casi  cualquier ficción. Tranquilos, no voy a perder ni un segundo en enumerar mis objetivos no cumplidos. Estaría bien que inventasen una crema milagro que eliminara las ‘heridas de guerra’ y lo dejase a uno como nuevo o quizá una pastillita que nos sirviese para resetear la mente.
 
Ya nada volverá a ser como antes. Todo ha cambiado en general. A mí que siempre me ha gustado ver el lado positivo de las cosas (una vez pasado el ataque de histeria inicial) me da pavor no poder vérselo al panorama que tenemos por delante. Vaya tela. Cuanta más crisis, más miserias salen al descubierto y más escondidos, casi hasta desaparecer, quedan valores como la ética, el respeto, la compasión e incluso la humanidad, que en sí mismo, no es un valor sino algo inherente a las personas. No hace falta que me inyecte botox porque ya tengo cara de perpleja la mayor parte del día. Que mal arreglo le veo a todo. Esto no hay ni tijera ni aguja ni botox que lo arregle…
 
No estoy en crisis (al menos, no, por el momento). No tengo tiempo ni tampoco ganas, es lo bueno de esta edad. El balance hasta ahora es, cuanto menos, exótico/ecléctico. Si miro hacia atrás, veo que la vida me ha regalado a base de ‘sorpresas’ otra visión del mundo, menos superficial, menos dramática y por qué no decirlo: más dura. Eso sí, he recuperado la mirada interrogante y a veces perdida de los niños, cuando no saben qué les deparará el futuro. Quién lo iba a decir a  estas alturas de la película.
 

lunes, 21 de enero de 2013

¿Pero es que no duerme nadie??


El sábado pasado eran las 4 de la mañana y yo estaba mirando las estrellas. No estaba de fiesta, ni acababa de llegar a casa, ni estaba especialmente romántica, para nada… Tengo unos nuevos y jóvenes vecinos que tienen una activa vida nocturna (de lunes a domingo) y no nos dejan dormir. Llevamos así más de dos meses. Claro que hemos hablado con ellos de buen rollo y de no tan bueno –no sabía que de malas me pudiese parecer tanto a Belén Esteban-. También hemos hablado con el presidente de la comunidad, con el propietario del piso, con la policía, y yo últimamente hablo también con Dios. Un dios insomne como yo que por el momento hace caso omiso a mis plegarias nocturnas porque debe estar de tan mal humor como yo.
 
La perra, pobrecita mía, tampoco duerme, como es tan ‘sensible’ ella también se desvela y ya de paso hay que sacarla a la calle a horas intempestivas porque el estrés le afloja la vejiga –o como dice una amiga, el tete-. El otro día, no me acuerdo ni de la hora que era, mientras mi chuchita olía unas margaritas, me fijé que ya había gente en la calle: varios corriendo, otros repartiendo, otros que iban o venían… Vaya, no soy la única.
 
Ayer dormí casi del tirón después de hablar con el origen de mis ojeras y soltar por mi boca: si yo no duermo de noche, os prometo que vosotros tampoco de día (una amenaza que dudo surja efecto a largo plazo, pero oye mira, me quedé muy a gusto) Y digo  que casi duermo del tirón porque los del VIPS (que cierran a las 2 de la mañana y abren a las 7 y justo dan al mismo patio de manzana que mi habitación) tienen estropeado el aire acondicionado y bueno parece que tenemos una turbina gigantesca sin engrasar metida en la cama… ¿No es divertido?
 
Pero vamos a ver una cosa: ¿Es que nadie duerme o es que hay una conspiración cósmica para no dejarme dormir a mí?
 
Y que conste que he probado a irme a otra habitación, a ponerme tapones e incluso a doparme con somníferos… Pero ni por esas.
 

martes, 18 de diciembre de 2012

Un poquito de esperanza para todos



El 21 de diciembre de 2012, según algunas profecías se acaba el mundo. Ahora resulta que no (mucho mejor) que sólo es un cambio de era ¿Quizá una oportunidad? Quién sabe… A mí me gustaría pensar que sí. No tengo ningún propósito especial para 2013, lo único que le pido a la vida es no perder la ilusión, la esperanza, las fuerzas, las ganas. Quiero poder disfrutar de cada pequeño detalle, de cada instante.
 

El otro día oí a expertos en inteligencia emocional afirmar que hay estudios que demuestran que una palabra o un gesto negativo pesan o afectan cinco veces más que uno positivo. Eso es mucho y da para pensar aún más.
 
Me acaban de enviar la nueva campaña navideña de un marca. Me parece genial. La recomiendo:
 


 

FELIZ NAVIDAD PARA TODOS

 

martes, 23 de octubre de 2012

Tú no estás enferma, tú lo que tienes es mala leche


Pues sí que es puñetera la enfermedad que padece mi madre: una degeneración cognitiva de origen ‘aún’ desconocido (que digo yo que por lo menos debe de venir del mismísimo infierno) porque nos hace la puñeta a todos bien de bien. Es lo que tienen este tipo de demencias que agudizan todo… Estos últimos días, aunque hay mala leche para mí también, su objetivo ha sido su cuidadora. Y  así vivimos, en un continuo delirio y eso que ella dice que ahora está mejor que nunca ¿Mejor que nunca? JA. Voy a ver si nos hacen descuento en la unidad especializada en demencias por ir en grupo.
 
Resumen de una semana deliraaaante:
 
-          Mi madre (a partir de ahora Mm) que se encuentra divinamente y decide tomarse todos los días una copita de vino y aumentar la dosis de tabaco. Porque, ¿qué sería la vida sin esos pequeños placeres? Por lo menos la copita de vino no la acompaña de la medicación anti sicótica ni tampoco con la del corazón (oye algo es algo)
-          Mm que como está estupenda decide que no necesita señora que la cuide 24 horas al día (como nos recomendó encarecidamente el neurólogo) y se escapa de casa cada vez que su cuidadora va al baño en un gesto de reivindicación de su libertad personal. Ayer mismo en una sola mañana se escapó 3 veces (debe ser que la cuidadora anda algo suelta)

-          Mm que ha decido adelgazar a su cuidadora (todo sea dicho que le sobran unos kilitos) y la lleva a darse un ‘paseíto’ de más de 4 horas cada día!!!!. Por supuesto, cada una va por una acera distinta porque según mi madre (versión no confirmada por la cuidadora) ‘esta’ mujer tiene alergia al sol y Mm necesita el sol porque tiene mucha vitamina D. (Olé sus huevos)
-          Mm que como ha conseguido que la cuidadora (sufridora) pierda algo de peso la sube todos los días a una escalera a limpiar techos y lámparas ¿Y si no puede la pobre mujer? Pues más caminatas!!
-          Mm que le corta el agua a la buena mujer mientras se ducha porque como esta rellenita pues gasta mucha… (Después de tener una charlita con mi madre e intentar hacerle entender…  ya sólo le corta el agua caliente, además me dice que el agua fría tonifica)
-          Mm que no contenta con la caminata diaria decide por las noches hacer un poco de ejercicio para activar la circulación sanguínea. Ejercicios en el descansillo y por las escaleras del edificio, con el consiguiente susto de vecinos y de la cuidadora que no hace carrera de ella.
-          Mm que se enfada con su hija (osea yo) cuando intenta hacerle comprender que no puede hacer lo que le salga del moño (por muy saludable que le parezca) y me reprocha además de mil cosas que la coarte su libertad como persona ( Y digo yo: ¿ la mía ‘ahonde’ estará?) y que en cuanto la pongan la vacuna que la cure ¿? ya puede ir haciendo las maletas esta buena mujer!!
 
Y así una y mil!!!!

viernes, 21 de septiembre de 2012

Bicicleta, cuchara, manzana


Son las palabras malditas que hacen repetir a los enfermos de Alzheimer, o de cualquier enfermedad cognitiva, en los test de memoria. Hace quince días mi madre tuvo que intentar memorizarlas. Sólo las pudo repetir una vez. Yo me quedé sin palabras. Tiene una degeneración cognitiva tipo Alzheimer. Bicicleta, cuchara, manzana…
 
Ya no tengo madre. Sin embargo, tengo la sensación de estar más cerca de ella que nunca. Es curioso. Se han esfumado las barreras de una relación que nunca ha sido ni facil ni buena. Qué enfermedad tan horrible esta que lo borra y lo desdibuja a uno hasta hacerlo desaparecer. Un agujero negro que amenaza con tragarse a todo aquel que esté cerca. No hay cura, ni ayudas que suavicen la condena. Y ella es consciente a ratos, mientras me mira con cariño y me pide perdón… y a mí se me escapan las lágrimas a escondidas. Para ella estamos en 1919 o en 1968, depende del día, y yo hoy no paso de los 19 años. Mi madre se inventa un pasado mejor con una madre que murió del mismo mal. Habita en un mundo donde el Ministro Montoro está detrás de una trama para quitarle su piso, incluso dice que los teléfonos están pinchados por Hacienda. Y yo contagiada de su locura, queriendo creerla y darle esquinazo al Alzheimer, llamo a Hacienda para comprobar si mi madre debe algo que le hubiese despertado semejante delirio. No hay nada…
 
Los afectados por demencias degenerativas sufren una gran variedad de síntomas en su fase intermedia, la más peligrosa: perdidas de memoria, desorientación, paranoias, alucinaciones, insomnio, depresión, euforia, agrasividad, apatía, comportamiento infantil, desnutrición, deshidratación… Según la Comunidad de Madrid mi madre es una persona dependiente, ya no puede estar sola ni un solo minuto. Acaban de recortar las prestaciones sociales que en el mejor de los casos nos llegarían en dos años… Tengo la cabeza que me late con mil sentimientos y el corazón en un puño. Hoy es el día mundial del Alzheimer.
 
Bicicleta, cuchara, manzana

miércoles, 22 de agosto de 2012

Efímeros y frágiles



A la vuelta de vacaciones es uno más consciente de lo ‘efímero’ de la vida, especialmente de las cosas buenas. El recuerdo del mes de julio está aún visible en mi dedo tullidito. No me ha quedado estupendo, todo sea dicho de paso. La movilidad se recupera lentamente y la forma recuerda más a la de un bichejo que a lo que había antes. Qué frágil es todo. Qué frágiles somos ¿Cómo nos puede cambiar la vida en menos de un segundo? Las cosas que siempre pensabas que nunca te pasarían a ti, pues pasan, hay veces que como una apisonadora. Y lo dejan a uno frágil, más consciente que nunca de lo vulnerables que somos. Todo es efímero. Con las desgracias, eso sí, uno se vuelve menos exigente con la vida y con uno mismo (por lo menos mientras te dura el susto en el cuerpo, ya veremos luego)

No estoy negativa, en absoluto. Además ya he hecho las paces conmigo misma. Estoy tranquila. Disfrutando de las pequeñas cosas de lo cotidiano. Aceptando lo que viene y consolándome con aquello de que siempre todo podría ser mucho peor o de que no hay mal que cien años dure (el que más os guste)

No sólo me corté algunas cosillas del dedo (como el tendón, nervios, venas y eso… na’!!) he ‘cortado’ con muchas cosas y también con algunas personas o más bien con la relación que tenía con ellas (yo me entiendo). Estoy más sola, es cierto, pero también más liberada (tranquilos que sigo casada). He cortado un pedacito de cordón umbilical que estaba a punto de asfixiarme.

No sé lo que nos espera el resto del año (yo a la ‘prima’ la veo chunga y el rescate no creo que vaya a hacer honor a su nombre). Sólo espero, como el libro de García Márquez: ‘Vivir para contarla’ y si es aceptablemente feliz y tranquila pues mejor que mejor.

jueves, 26 de julio de 2012

Truenos, rayos y centellas


No me gustan las tormentas con  truenos, rayos y centellas. Un rato antes, me pasa como a los animales, me pongo nerviosa. No falla. Ayer me acosté muerta de sueño y de pronto: unos nervios tremendos en el estómago. Al momento empezó a oler a tierra mojada, a lluvia. Me gusta el olor a lluvia. Me levanté, me tomé una infusión. De vuelta ya en la cama, el cielo se iluminó. Ya está aquí la tormenta y mi perra que entró de un salto a la habitación, le pasa como a mí, animalito. El primer trueno lo esperé con el ceño fruncido. Me levanté y le dije a mi lindo esposo que estaba totalmente sobado y haciendo unos soniditos guturales rarísimos: yo cierro las ventanas del salón y tú baja la persiana de la habitación. Vale, me contestó súper lúcido... Después de cerrar ventanas y persianas, tomarme otra infusión (no sin antes pensar que igual un rayo fríe el micro conmigo al lado, claro), vuelvo al cuarto y me encuentro con semejante estampa: marido que sigue dormido y que le echa por encima el brazo a algo que no soy yo: es la perra, la jodia se subió de un salto a la cama.

Esta mañana ni el marido sabía que había habido tormenta ni la perra se ha dado por aludida…

sábado, 7 de julio de 2012

No sé por qué te quiero...

No sé por qué te quiero, será que tengo alma de bolero… Así empieza una canción que siempre me ha gustado. Y hoy viene al caso, porque celebro el comienzo de nuestra historia de amor (la del hombre que ocupa y preocupa mi vida y la mía). Siete años juntos. Inseparables. Y yo sí que sé por qué te quiero, aunque mi alma se meza al son de un bolero.
No quiero ponerme más sentimental de la cuenta aunque este post lo escriba con una sola mano (me siento como el manco de Lepanto) y vaya de Nolotil hasta las cejas!! Esta semana tuve algo más que un percance y me corté el tendón del dedo pulgar y si hoy estoy aquí, tullida pero con dedo, magullada pero viva es gracias a él. Mi pequeño héroe casero con nervios de acero. Voy a ahorrarme los detalles  del accidente más propio de Viernes 13 que de este blog. Sólo puedo darte las GRACIAS, por ‘salvarme’ una vez más. Te quiero tal y como eres, incluso hasta cuando me ‘das motivos’ para darte con el bolso bien fuerte.
Te quiero por lo natural, campechano y sociable que eres. (Incluso cuando saludas a todos y cada uno de los mendigos, borrachos y tunantes del barrio)
Te quiero por la ilusión que le pones a todo, por tu capacidad de seguir sorprendiéndote con ojos de niño pequeño con el más mínimo detalle. (También cuando me hablas con el mismo entusiasmo una y otra vez del poder de Internet, las redes sociales y las mil y unas frikadas 2.0)
Te quiero por tus manías. (Aunque cuando vayamos por la calle tenga ganas de atarte por tu aversión a los peatones egoístas que usurpan las calles y abusan de los pasos de cebra!!! Vaya cabrones)
Te quiero por no acostarte ni una sola noche sin mí y despertarme cada mañana con mil besos.
Te quiero por escucharme, por consolarme, por calmarme, por darme una seguridad que no creía ya posible.
Te quiero por seguir a mi lado y por construir conmigo esta familia que formamos.
Te quiero por mil cosas más que me llevaría todo un día escribirlas (pero es que me duele la mano…)
Y hoy en un estado bastante lamentable, también quería darle  (con la voz usada de Chavela Vargas) ‘gracias a la vida que me ha dado tanto’…
FELIZ ANIVERSARIO

lunes, 25 de junio de 2012

Desidia... La, la, la


Más de un mes sin escribir. Es mucho. Y no es que no me hayan pasado cosas dignas de mención!!! Llevo una vida al límite digna de las heroínas más intrépidas de las mejores películas de acción. Al límite: de fuerzas, de ganas, de paciencia, de cansancio, de mala leche acumulada… Y como esas protagonistas intento dar esquinazo a mis villanos particulares que la verdad se reducen a mis jefes y a un montón de cifras que no me terminan de cuadrar, pero de eso no voy a hablar, no vaya a ser que me oiga ‘La Prima’ y se vaya a poner más en riesgo de lo que está. ¡Qué vida tan interesante la mía!!! Cuánta acción.

Claro que yo preferiría ser la prota de un telefilme de esos de serie B (o Z) que emiten los fines de semana al mediodía tipo: Perseguida hasta el catre, La heredera de las praderas o incluso Oscura obsesión. Ahí queda eso!

Siempre me pasa lo mismo, llega el verano y yo desfallezco, llego sin fuerzas, arrastrándome como una gusanilla hasta vacaciones. No veo más allá. Tacho los días del calendario. Hoy en lugar de ponerme la ropa interior casi me pongo el bikini. Y es que es ahora cuando los lunes son más lunes y los fines de semana duran lo que un helado.




miércoles, 23 de mayo de 2012

Ante las cifras, humanidad

Últimamente todo se reduce a cifras. La lógica y frialdad de los números (y por qué no la soberbia decimal y la vileza del porcentaje) se han impuesto a la humanidad, a la ética, a la esperanza, a las buenas palabras. Yo soy de letras, elegí letras puras en el Instituto. Buenos tiempos aquellos, qué lejos quedan. Llevo semanas rememorando la ingenuidad de la adolescencia. Me repito cada mañana aquella frase de Kipling que tanto me marcó hace muchos años: Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila cuando todo a tu lado es cabeza perdida; si tienes en ti mismo una fe que te niegan…”

En estos días en los que todos le estamos viendo las orejas al lobo, quiero sacar fuerzas de cada una de las palabras que Einstein dijo sobre la crisis http://queridacandela.blogspot.com.es/2012/05/la-crisis-segun-einstein.html. Y ante la calculadora y cifras de mi jefe, sólo me vienen las palabras de Benedetti:No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo…”
Son los tiempos de la soberbia, la inclemencia, la intolerancia y la insensibilidad. Son los tiempos de una incertidumbre devastadora. Tiempos crueles donde se ve realmente las formas y el fondo de cada uno. Y todo esto dará pie a la generación 'del sálvese quien pueda' o como diría un buen amigo  al 'mariquita el último'.
Yo hoy me quedo con las palabras, los números ya los han elegido por mí.

jueves, 3 de mayo de 2012

Cuando el aire huele a Solán de Cabras


Así me olía el aire en Asturias: a Solán de Cabras. Limpio, puro, con una densidad diferente al aire de Madrid. He estado en Oviedo unos días. Oxigenándome. En todos los sentidos. Dedicándome en cuerpo y alma a las sidrinas y al buen comer. He puesto kilómetros de por medio a este Madrid que me ‘mata’ poquito a poquito. Y así, de paso también me he alejado de lo cotidiano y las rutinas de esta ciudad hermosa y maldita para adentrarme en otros ‘mundos’ mucho menos estresantes y mucho más limpios. Y es que así es Oviedo: con sus calles impolutas, con sus semáforos eternos, con coches con conductores cívicos, con sus perros que no ladran, con gente amable y educada…




La suerte de vivir en una ciudad como Madrid se convierte en desdicha cuando la comparas con otras ciudades, con otras formas de vida, mucho más relajadas y sin duda mucho más sanas. No es que esté renegando de mi tierra (o sí). Madrid y su diosa Cibeles exigen cada día sacrificios más grandes, y entre cargas, obligaciones y deberes nos desenvolvemos, con poco y mal aire, los supervivientes de una urbe estresada y estresante, que te da y te quita y ya no sé yo si a partes iguales.


miércoles, 25 de abril de 2012

La voz usada

El otro día en un reportaje en el telediario, del que no recuerdo casi nada, me llamó la atención la frase del periodista: ‘…con la voz usada’. Qué hermosa. 'La voz usada', me dio para pensar en tantas frases dichas, en tantas historias contadas, en tantas y tantas palabras…

Me hizo pensar en la vida, en las ganas atropelladas, en las esperanzas desencantadas, en el corazón fragmentado, y en todos los sentimientos vividos que a veces nos  dejan la voz ronca, cansada, tanto que te quedas mudo y con un hormigueo en los labios musitas en silencio casi todo. Un rezo. Una plegaria. Un ruego que proviene de una voz usada.

No sé por qué me vino a la mente un libro: La sonrisa etrusca de José Luís Sampedro. Os lo recomiendo.

jueves, 19 de abril de 2012

Ovejas en la cama

El otro día hablando con una amiga sobre el miedo y la incertidumbre generalizados que hay, me comentó que ella se sentía como si hubiésemos retrocedido en el tiempo más de 30 años. Y que tal era esa sensación que ni harta a valeriana conseguía dormirse con lo cual había empezado a hacer lo que le decía su abuela de pequeñita, contar ovejas. Esta es parte de la conversación:

Amiga ovina: Es que no te lo puedes ni imaginar!!! De tanto contar ovejas han terminado quedándose todas en mi cama.
La miro con los ojos como platos (y no es para menos)
Ella que sigue:… Con su pelo, sus ojos saltones (sus ovejas los tienen así) sus dientes roídos, sus pezuñas y su mal olor.
Yo que ya no aguanto la risa: ¿Y no has pensado que igual la oveja es mucho y es mejor un corderito tipo Norit?
Amiga que me mira raro: No te rías!! Que no puedo ni tener relaciones con mi marido en la cama!!
Yo: jajajajaja
Mi querida amiga histérica que hace amago de levantarse.
Yo: Hombre…  Que no es tan malo, siempre podrías podrían ser elefantes. Jajaja

Finalmente le consigo arrancar unas risas (porque, la verdad, ya me estaba preocupando). Nos pedimos unos vinos y brindamos a  la salud del Rey (y porque mi amiga deje de ver ovejas, claro)

martes, 17 de abril de 2012

Una llamada... a la sensatez

He estado tentada estos días en dar rienda suelta a mi lengua viperina (como veis me he contenido) sobre ‘los acontecimientos acaecidos’  a esta nuestra Monarquía (así rimbombantemente). Sin comentarios. Todo lo que pueda decir se queda corto. Pero mira por dónde me han enviado un enlace del blog de Iñaki Gabilondo que os recomiendo: Una llamada a la sensatez. Ha puesto palabras certeras y serenas a lo que creo sentimos todos. Mejor expresado imposible.

Yo que ahora  soy reciente apolítica confesa, una pre-náufraga laboral, con una economía casera incierta más allá del mes que viene y  sin islas (fiscales) donde refugiarme… Me parece más que oportuno hacer una llamada a la sensatez de todos y para todos!!

Y que conste que me está costando callarme lo que 'se' me viene a la mente!!!!