sábado, 12 de febrero de 2011

Pastillas contra el dolor ajeno

Hoy es viernes de madrugada, ya sábado. Me lleva dando vueltas por la cabeza la frase o más bien la campaña de: Pastillas contra el dolor ajeno de Médicos sin Fronteras. Se venden en farmacias. Escueto, sencillo, directo.Yo que me dedico de una y mil formas a la comunicación, me parece una de las campañas más certeras de los últimos tiempos. Con una sola frase lo resumen y explican todo. No hace falta más.

Pastillas contra el dolor ajeno... Ufff. Le hace reflexionar a una: por favor no perdamos la perspectiva nunca de que vivimos en una sociedad de bienestar -jodida y maltrecha- pero del bienestar. No es consuelo para quien sufre en un país desarrollado pensar que hay personas  que sufren más que él, que mueren más y peor, que hay niños que nunca tendrán otra oportunidad y adultos que nunca fueron niños. No es consuelo para el propio dolor pensar en el dolor ajeno, pero hagamos un esfuerzo. Nunca se sabe... Ni en los países más desarrollados estamos a salvo de un temblor de tierra que nos resquebraje en mil pedazos, tampoco de una lluvia que se lo lleve todo, ni tan siquiera de un dictamen médico que te anticipe los días en los que ya no estarás...

No perdamos la perspectiva del mundo. Tampoco nos torturemos con ella pero no dejemos de sentir y empatizar un poquito con el dolor de los otros, hay tanto...
Y mientras: vivamos. Apreciemos cada pequeño instante, porque la vida, sin duda, es eso.

Enhorabuena al pueblo egipcio, hoy es el primer día de una nueva época. Ya tocaba.

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