El sábado le pregunté a mi sobri que quería por su cumple (le caen ya 6), todos los adultos se apresuraron a elegir por ella que si ropa, que si un juego de no sé qué, que si cuentos… Y ella ponía carita de poco convencida, torciendo los morritos y pestañeando muy deprisa. Cuando por fin callaron todos, la volví a preguntar y ésta fue nuestra conversación:
Tía con cara de risa– Pero… ¿Por ejemplo qué? (yo perdida entre las princesses de Walt Disney y el HOLA)
Sobrina alzando los brazos al cielo: ¡Pues cosas de princesas!! Pues un bolso, unos tacones, joyas, un coche, una diadema con piedras, las pinturas para la cara… ¡Las cosas de las princesas tía!! (Que pare con la lista que ahora es cuando me pide Botox o una rinoplastia)
Tía con cara de preocupada- Ya, ya ¿Y esas son las cosas de las princesas no?
Sobrina que mira perdonándome la vida- ¡¡¡Síiiiiiiiiiiiiii, porque mamá y tú os pediríais: una cafetera, o un micro, o una bufanda con gorrito, o cosas más de mamas o de tías!!! Pero unos tacones estarían bien porque así los puedo poner debajo del árbol de Navidad para cuando vengan los Reyes Magos (¿Manolo Blahnik o con unos Leticios vamos bien?)
Tía apunto de picarse con su sobrina de 6 años, pone punto y final a la conversación, para empezar a devanarse los sesos con ‘las cosas de las princesas’ (me pilla un poco lejos de edad de cuando yo era igualita que ella y del momento princesa, pues también)
Y después de horas de patearme centros comerciales y de terminar casi hiperventilando por las esquinas, me acuerdo de cuando mi pequeña ‘súper trendy y cool’ sobrinita, a la que adoro, con apenas un año hacía puzzles y a todos los tenía maravillados y a mí me preocupaba tanto… ¡¡¡Este año igual le cae uno, mira por dónde!!!
1 comentario:
Apunta maneras tu sobrina pero no te olvides de la charlita que tenéis pendiente.
Alina
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