jueves, 8 de septiembre de 2011

Pues vaya por Dios

Pues eso, vaya por Dios: ¿Dónde se quedaron las vacaciones ya? Si casi no tengo ni tiempo de recordarlas. Qué lejos quedó el mar y el verde inconfundible de las tierras del norte; ¿qué fue de esos caminos inmensos donde al respirar se te llenan los pulmones y las pupilas de vida? Porque ahora, levanto la vista y en el horizonte sólo veo asfalto y mugre  ¿Qué estarán haciendo ahora en esos prados las vaques y las chivis? (pues pastar, claro, -que ya de tanto ensoñar parezco boba-)

Todo un año esperando las vacaciones y qué rápido pasa todo. Dos duchas, dos inhalaciones de contaminación pura, dos gritos y listo: se acabó lo que se daba, se acabó el verano. Da igual que siga haciendo calor, da igual que hasta el 21 de septiembre sigamos en esta estación, da igual que siga bebiendo tintos de verano (bueno esto igual no da porque termino más animada...) He llegado al trabajo y culo y dedos han encajado a la perfección en la silla y en el teclado.

Para mi 'de siempre' el año empieza en septiembre, como en el cole; pero este año tengo la sensación de que todo continúa, que las vacaciones sólo han sido un momento (maravilloso eso sí). Ya pasaron, ya estamos todos en Madrid y si falta alguien desde luego no se le echa de menos...

Un verano más y un año más por delante. Me quedo con el sabor agridulce que me deja el haber podido disfrutar y el tener un sitio donde volver. Eso ya es mucho.

Bienvenidos a todos!!

1 comentario:

Dani Seseña dijo...

...Y mira que nos lo decían de niños "¡Que la vida son dos días!"... Anda que no nos reíamos de aquellos adultos amargados ni nada. Bueno, pues leo tu post, me identifico y le guiño un ojo a las chivis y a las vaques.

Pero lo 'bueno' de la velocidad del paso del tiempo es que pasa. Y pasa desde ese sitio al que vuelves que tanto vale y tanto cuesta. Esta noche, nos tomamos las uvas y brindamos por el año en persistente continuidad.