jueves, 26 de diciembre de 2013

Vivre avec passion


Quizá sea cierto. Quizá el idioma de la pasión sea el francés. Peut-être que oui. No, no he aprendido ningún idioma este año, pero otras muchas cosas sí. Porque hay veces que  podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. C'est la vie...
 
Si cierro los ojos y respiro hondo, sólo deseo:
 
Mandar a paseo los malos rollos y elegir siempre el lado bueno de la vida. Arriesgar sin llegar a chamuscarme o tal vez, sí. No quedarme nunca más con las ganas, con ese vacío que devora por dentro. Dejarme llevar, como el viento porque al final siempre hay algún sitio sorprendente para aterrizar, ahora lo sé. Aterrizar en tierra desconocida y bailar como si nadie te estuviera viendo. Reír, soñar, disfrutar y amar, como si nunca te hubieran herido, como si nunca hubieras estado más muerta que viva. Porque siempre hay tiempo de volver a empezar y 2014 es tan buen año como cualquier otro. Eso seguro.
 
El éxito de 2014 será atreverse. Respira hondo y déjate llevar.
 
 
 
 

jueves, 12 de diciembre de 2013

Descubrir


Me confieso poco amante de las sorpresas… Pero ha sido en  este  2013 desconcertante y acompasado cuando  he descubierto para mi estupefacción un montón de cosas que me han devuelto al mundo. Veamos:

- La amistad. Lo mejor de este año, sin duda

- Viajar sin saber dónde iba. No me lo creo ni yo

- Ir a un concierto de Ara Malikian en la sala Clamores a la salida del curro. Tres horas de concierto…

- Volver a ver a Ara Malikian. Sin comentarios

- Irme ‘de copas’ después del curro y acostarme a las 3, en el sofá.
 
- No caer desplomada en el ordenador al día siguiente y escribirme una presentación en inglés (o en algún idioma parecido)

- Ir a un concierto de El Chojin (rapero) con gente diez años más joven que yo!!! Flipé

- Bailar, bailar, bailar, ¿rap?

- Salir los domingos: aperitivo, comida, cine, exposiciones…

- Me piqué y competí en Pilates con una veinteañera pedorra. Mal, lo sé. Pero ganéeee!!!!!

- He pedido ayuda. Más de una vez

- He dicho que no. Más de una vez

- He dicho que sí. Muchas veces
 

También me han pasado las peores cosas de mi vida en este año. Cosas que no le deseo a nadie. Pero no voy a hablar de ninguna de ellas. Como dice El Chojin (del que ahora soy súper fanfatal) en uno de sus temas: tengo el valor del que pierde, entrena y vuelve. Sin duda, sea lo que sea, hay algo que siempre nos obliga a seguir. Y haciendo camino al andar descubres tantas cosas...



Por si no le conoces:
 
 

martes, 3 de diciembre de 2013

Bienvenida Mrs. Robinson


Llevo una temporada de sarao en sarao y de fiesta en fiesta. No a la Ava Gardner más bien currando como una ‘pringuin’. O lo que es lo mismo: cero glamour y a tope de ojeras. Pero como dice mi jefe, no estoy para decir que no...
 
Días enteros rodeada de un equipo de jovencitos en los que jamás me hubiera fijado -salvo para recordarles que merienden-. Hasta que una de mis hormonas le dio por revolucionarse, y así de un modo casi frenético contagiar al resto. Resultado: hormonas totalmente alborotadas. En mitad de esta rebelión interior, sofocada y aturdida, levanté la vista o mejor dicho miré con otros ojos. Vi. Y me vieron.
 
Los hombres jóvenes realmente son refrescantes, claros, directos, tiernos. Su piel, su olor, su tacto es diferente. No se andan por las ramas. Cuando me refiero a hombres jóvenes hablo de hombres de veintitantos… Sí, sí, sí. Increíble. No me avergüenza en absoluto. Tengo claro lo que hay y lo que no también. Pero, ¿cómo resistirse a tremenda tentación si realmente tampoco tienes por qué? Mirar de frente, sin ruborizarse y descubrir que gustas y no solo a uno sino que tienes donde elegir además… Oh my God! No, no me voy a convertir en una auténtica cretina, ni tampoco en una Anita Obregón cualquiera, es lo bueno de mi edad y de ser consciente de ella. Desde el más absoluto asombro, sólo puedo sentirme halagada.


No ha pasado nada y a la vez ha pasado tanto. Sigo siendo yo, pero ahora el espejo me devuelve un reflejo mucho mejor, más nítido y con más color. Con esto no quiero decir que necesites de un hombre joven, o no tanto, para sentirte mejor, en absoluto. Pero de vez en cuando, sólo de vez en cuando, todas deberíamos 'poder' sentirnos así.