martes, 17 de mayo de 2011

La lógica del berberecho

Mi chico esta hecho todo un berberecho (con todo el amor del mundo). Está pasando una de esas etapas íntimas y rarunas que le dan de vez en cuando (igual que a mí, lo que pasa es que yo tiro más a ostra). Ojo, que lo entiendo: él tiene un mundo interior complejo, el jodio. Por eso ahora estamos como estamos, con la lógica del berberecho.

Ayer mismamente, tuvo un momento inmenso (del que todavía me estoy riendo... pobre): cuezo unos huevos, y luego los dejo enfriar dentro del cazo (no hay prisa pa' na)... Le veo cara berberecho. Uy, uy, uy... qué peligro tiene el cazo de los huevos; me lanzo a por el utensilio para evitar lo peor. Cojo el cazo por su asa y me dirijo a tirar el agua por la pila, mi chico se adelanta al paso y con cara sonriente de "tranquila cariño esto lo hago", pone sus dos manos en los laterales del mismo. Os podéis imaginar: el material: acero; la temperatura: caliente y el resultado: berberecho escaldado. Ahhhhhhhh, si es que me duele hasta a mi.

Bueno, pues esa es la lógica del berberecho, creo que con esto está todo explicado.

Otro día explicaré como alguien se puede reír al mismo tiempo que se da un golpe con una copa en la frente, no la rompe y se le queda en la frente la señal de la proeza durante un buen rato...


martes, 10 de mayo de 2011

La aceituna y la autoestima

Nunca ninguna aceituna pensó que llegaría a ser tan importante para la autoestima de nadie (lógico porque las aceitunas no piensan...) como lo fue aquella que me comí la noche del 7 de mayo. Ahí queda eso!!

Es cierto que la necesidad agudiza el ingenio y yo después de mi operación dental, estaba muy necesitada. Casi un mes sin comer bocadillos, frutos secos, filetes, patatas fritas, manzanas y un largo etc de alimentos 'potencialmente' peligrosos para mi 'piñata'. Pero hay algo que echaba de menos por encima de todas las cosas (de comer): las aceitunas. Lo sé, las aceitunas son cero gourmet, pero es que me encantan. Una copita de vino tinto, unas aceitunas buenas  y soy feliz.

El problema: el hueso de la aceituna no es compatible con mi post operatorio.  ¡Ohhhh!!!! Pero: abro la boca, introduzco la aceituna por un lateral, mastico suavemente (tampoco podría de otra forma, claro) y con la lengua empujo el hueso hacia el exterior. Conseguido: hueso fuera y piñata intacta. Y que bien le sienta a mis magulladas fauces el saber que aún pueden ¡¡¡Es que la que que nace lista!!!

domingo, 1 de mayo de 2011

Feliz día de la madre

Hoy es el día de la madre y yo sólo tengo ganas de llorar y de gritar (¡¡vaya rachita que llevo!!) No, no sufro de ningún síndrome maniaco-depresivo, ni tampoco estoy trastornada (al menos no más de lo normal). Quiero llorar por lo que pudo haber sido y que nunca será. Quiero gritar la rabia que llevo dentro  que a veces me devora el corazón. Pero, aunque me muera de pena, esto pertenece a mi vida pasada: Feliz día de la madre, mamá.

Hoy es el día de la madre y yo sólo tengo ganas de llorar y de gritar (de alegría, de esperanza y de ilusión). No, no soy bipolar. Quiero llorar de alegría por lo que será, quiero llorar por lo que espero con más ansias de las que me hubiese podido imaginar. Quiero gritar todo el amor de madre (a lo camionero) que llevo dentro que me parte en dos. Todo esto pertenece a mi presente y sobre todo a mi futuro.

Hoy siento por primera vez en mi vida que también es mi día. No es un día perfecto, ni mucho menos, pero da igual; tengo un recuerdo de un futuro no tan lejano que me alegra el corazón.