El 21 de diciembre de 2012, según algunas profecías se acaba el mundo. Ahora resulta que no (mucho mejor) que sólo es un cambio de era ¿Quizá una oportunidad? Quién sabe… A mí me gustaría pensar que sí. No tengo ningún propósito especial para 2013, lo único que le pido a la vida es no perder la ilusión, la esperanza, las fuerzas, las ganas. Quiero poder disfrutar de cada pequeño detalle, de cada instante.
El otro día
oí a expertos en inteligencia emocional afirmar que hay estudios que demuestran
que una palabra o un gesto negativo pesan o afectan cinco veces más que uno
positivo. Eso es mucho y da para pensar aún más.
Me acaban de enviar la nueva campaña
navideña de un marca. Me parece genial. La recomiendo:
FELIZ NAVIDAD PARA TODOS